Como Nemesio, todos los científicos están pendientes de cada movimiento del volcán. De hecho, durante esta madrugada que ha sido intensa. tanto geólogos del Instituto Geominero como miembros de la UME han estado a muy pocos metros de la zona activa del volcán. Los científicos analizan la lava y los cambios en el volcán en plena madrugada.
Como hace Raúl Pérez: "A las tres menos cuarto de la mañana", ahí están a 100 metros del volcán que en esos momentos está a una temperatura de 1.000 grados. Así, pegados al volcán captan el momento exacto en el que surge una nueva colada. Lo transmiten en directo. "Formación de una nueva lengua desde el surtidor más al norte de las dos principales".
Ellos, los Geólogos de lA Unidad Militar de Emergencias y del Instituto Geológico y Minero miden con una cámara la temperatura de las distintas capas de la colada. Sin importarles ni al calor ni las cenizas. Graban cómo la lava fluye entre explosiones. Sólo emplean en cada medición 10 minutos. Imposible pasar más tiempo. A los no iniciados se nos ocurren mil riesgos que afrontan estos científicos para ayudar en esta erupción se juegan el tipo en una noche de riesgo y mediciones.