Regresan al pueblo, pero esta vez es la más especial. Llevan más de 3 meses sin ver a los suyos. En Navaluenga, Ávila, echaban de menos a las familias de Madrid. Aquí no hay 'madrileñofobia' y los negocios se preparan para recibirlos con los brazos abiertos, pero con las debidas medidas de seguridad. Una nueva normalidad para estos pueblos que, por fin, vuelven a la vida.
Este domingo, acompañando al comienzo del verano, ha llegado también la "nueva normalidad" para el conjunto de España, lo que ha traído consigo la apertura de las fronteras comunitarias y del espacio Schengen en aeropuertos como el de Barajas, que recupera tímidamente parte de su actividad.
El aeropuerto madrileño ha recibido sus primeros vuelos turísticos a primera hora de la mañana. De los 40 vuelos que aproximadamente aterrizarán en Barajas a lo largo del día de hoy, 18 vuelos serán internacionales, y también habrá otras 40 salidas desde España al resto del territorio nacional pero también de la Unión Europea.
Los motivos del viaje de estos primeros turistas después del estado de alarma son muy diversos: Elena viaja a Holanda, allí cogerá un vuelo humanitario hacia Panamá; Jaime se va a Menorca por trabajo, así como Diego, que ha conseguido en Londres un nuevo empleo y será allí donde comience una nueva vida, por lo que espera que la apertura de fronteras sea definitiva.
El aeropuerto madrileño está muy cambiado desde marzo, cuando albergó a sus últimos turistas. Está prácticamente vacío, totalmente señalizado contra el coronavirus con marcas, carteles, o advertencias por megafonía; los bares y restaurantes están cerrados, y las despedidas o los reencuentros se tienen que producir fuera, ya que al interior solo se puede acceder con un billete de avión.