"No he podido volver a pisar Las Ramblas": el desgarrador testimonio de una víctima del atentado

  • Carmen impresiona con su testimonio entre lágrimas, llenas de miedo y pánico

  • Su declaración se tuvo que adelantar por los nervios

  • "¿Cómo pudo hacerse tanta maldad en ese momento?"

Carmen Judith Romero ha relatado al tribunal entre sollozos, cómo vivió los momentos en los que la furgoneta arrolla a decenas de personas. "Me daba pánico salir, no he podido volver a pisar Las Ramblas, pues tengo miedo y aún estoy con la medicación. Lo voy olvidando poco a poco, pero al venir aquí lo vuelvo a revivir. ¿Cómo pudo hacerse tanta maldad en ese momento?". El presidente de la Sala, Félix Alfonso Guevara, ha comunicado a las partes que adelantaba la declaración de la testigo debido a que se encontraba muy nerviosa.

El dolor de las víctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils han mirado los ojos de los acusados de provocarles tanto dolor. Uno de ellos grabó en vídeo las amenazas de los terroristas que murieron antes de cometer sus fechorías. Sus palabras estaban cargadas de odio. Deseando que la metralla penetrara en la cabeza de las víctimas, incluido niños. Deseando el infierno a todos porque el cielo iba a ser para ellos.

Mohamed Houli y Driss Oukabir, y el supuesto colaborador, Said Ben Iazza, están acusados de preparar los atentados de Barcelona y Cambrils (Tarragona), que dejó 16 muertos y 140 heridos. Ahora todos niegan pertenecer a ninguna célula terrorista.

Revivir de nuevo la tarde del 17 de agosto de 2017 ha sido un drama para Carmen. Había salido del hotel de Las Ramblas en el que trabajaba y que iba con una amiga cuando la furgoneta conducida por Younes Abouyaaqoub -abatido cuatro días más tarde en Subirats (Barcelona)- arrolló a los peatones que cruzaban con el semáforo en rojo para los coches. "La furgoneta blanca pegó un acelerón muy fuerte y vino hacia nosotros a tal velocidad que no pude reaccionar. Cogí a mi amiga, la aparté, pero le pegó con el retrovisor en la frente y ambas caímos al suelo, donde la gente nos pisoteaba porque salió corriendo por miedo", ha relatado como si de una película de terror se tratara: "Me levanté, vi a la gente amontonada en el suelo y que la furgoneta iba por Las Ramblas haciendo zig zag atropellando a los peatones, ante lo que quedé en shock, y mi amiga tumbada con la frente hinchada".

Carmen fue atendida por los servicios sanitarios que la llevaron a un hospital donde le vendaron un pie y una mano. Pero el mayor dolor está en la mente, en su cabeza, porque las imágenes siempre vuelven. Carmen ha necesitado ser atendida por psicólogos sin que pudiera volver a trabajar, ni salir de casa hasta el mes de febrero de 2018. Ahora reclama ser indemnizada por las lesiones que sufrió y porque sufre estrés postraumático: "Ya no soy el cien por cien que era antes", ha concluido. El miedo y el pánico no le ha vuelto a abandonar desde ese día.