La erupción volcánica de La Palma, en Cumbre Vieja, continúa por sexto día consecutivo manteniendo los fenómenos explosivos, una velocidad estable en las deformaciones y una sismicidad de bajo nivel. Una de esas explosiones ha sido captada por las cámaras que realizan el seguimiento continuado del volcán, dejando unas espectaculares imágenes.
Antes de esa explosión se puede ver la expulsión incesante de lava, y, de pronto, se observa una fuerte explosión, como si fuesen unos fuegos artificiales, que arroja lava y piroclastos hacia el exterior con una fuerza brutal. Al segundo, se escucha el fuerte estruendo, debido a que el sonido viaja mucho más lento que la luz.
Unas imágenes que han sido compartidas por numerosos usuarios de las redes sociales, asombrados por la fuerza de la naturaleza en esa gran explosión registrada en el volcán de Cumbre Vieja.
La lava que sale del volcán de Cumbre Vieja, en El Paso (La Palma), ha cubierto desde que comenzó la erupción este domingo, 19 de septiembre, un total de 180,1 hectáreas destruyendo hasta el momento 390 edificaciones, además de 14 kilómetros de carreteras, según el seguimiento por satélite del programa Copérnicus de la Unión Europea.
De este modo, la lava ya cubre 14 hectáreas más que hace 11 horas, mientras que las edificaciones arrasadas a su paso también han crecido en 40 en relación al miércoles, 22 de septiembre.
A última hora de este jueves, la directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, María José Blanco, ha expuesto que el volcán de Cumbre Vieja en La Palma mantiene los fenómenos explosivos, indicando que una colada de lava prácticamente se ha detenido --la orientada más al norte--, mientras la otra avanza "muy lento", a unos 4 metros por hora, algo que matiza es normal al alejarse del centro de emisión, a lo que se une que además debe arrastrar el material previo, parte de él frío, y adaptarse a la topografía del terreno.
Añadió que el frente de lava tiene unos 500 metros y en algunos tramos, una altura de 12 metros, y la columna de gases del volcán alcanza picos máximos de 4.500 metros de altitud.
El programa Copérnicus, coordinado a través del Centro Nacional de Seguimiento y Coordinación de Emergencias (CENEM), cuenta con dispositivos para la monitorización y seguimiento de las redes nacionales de alerta, situaciones potenciales de riesgo, incidentes y emergencias del ámbito de la protección civil.
El semáforo volcánico de la isla se mantiene en rojo, en situación de emergencia, y el proceso eruptivo continúa.