Tras dos años de pandemia y con buen tiempo generalizado, España ha recuperado la tradición de Semana Santa. Las procesiones han recuperado el pulso en las ciudades y pueblos de todo el territorio.
Zamora enmudece al paso del Cristo. “Eso que sale la procesión y no se oye ni una mosca, pone los pelos de punta”, expresa una mujer. Tras dos horas de procesión se rompe el silencio cuando los cofrades entonan el Miserere.
La localidad riojana de San Vicente de la Sonsierra retoma este año 2022, en Jueves Santo y Viernes Santo, la procesión de 'Los Picaos', tras no haberse podido celebrar en los dos últimos años, debido a la pandemia.
Declarada de Interés Turístico Nacional en 2005 y Bien de Interés Cultural de carácter Inmaterial (BIC) en 2016, es la Cofradía de la Santa Vera Cruz de San Vicente de la Sonsierra quien mantiene el rito de 'Los Picaos', una tradición que se remonta al siglo XVI.
Se trata de la última y única manifestación del rito penitencial, mediante flagelación, que queda en España donde, hasta el siglo XVIII, era práctica relativamente frecuente en pueblos y ciudades.
“Las primeras veces siempre es impactante”, expresa un joven que presencia como salen los penitentes descalzos y con la espalda desnuda tras dos años.
En Valladolid, una multitud se ha congregado para escuchar el sermón de las Siete Palabras. Cada una de las siete palabras está representada en la plaza Mayor por su paso correspondiente, todos ellos pertenecientes a la Cofradía de las Siete Palabras: 'Padre, perdónales porque no saben lo que hacen', 'Hoy estarás conmigo en el paraíso', 'Madre, ahí tienes a tu hijo'. 'Dios mío, Dios mío por qué me has abandonado', 'Sed tengo', 'Todo está consumado' y 'En tus manos encomiendo mi espíritu'.
En Madrid, por primera vez y en homenaje a Ucrania, ha procesionado a hombros de los bomberos desde la iglesia de san Antón el Cristo de los Niños, única talla del siglo XVII.
La procesión ha estado presidida por el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y el cardenal arzobispo de Madrid Carlos Osoro, además del padre Ángel y los sacerdotes de la iglesia de san Antón.
También hay plausos en L’Hospitalet cuando sale la cofradía que crearon 15 andaluces que echaban de menos las procesiones de su Tierra. “Es algo que lo llevo aquí siempre”, expresa una mujer.
Y con la misma emoción han revivido el santo encuentro en Ferrol: “No te sé explicar con palabras lo que siento cuando los veo pasar”.