Quién no recuerda la imagen de la casa de La Palma que se salvó de la lava del volcán de Cumbre Vieja. Muchos la llamaron 'la foto de la Esperanza' y fue portada de The New York Times y The Washington Post. Esa imagen y otras muchas fotografías aéreas las hace I Love The World, una empresa tinerfeña, que ha decidido ayudar a los palmeros a saber si su casa está en pie.
I Love The World está especializada en captar imágenes de la naturaleza. Desde Tenerife, Alfonso Escalero y sus tres compañeros se trasladaron a La Palma cuando comenzó la erupción el pasado septiembre para fotografías la belleza de la naturaleza. Sin embargo, se dieron de frente con el dolor. Tanto que decidieron dejarlo.
“Cuando estalló el volcán, nos pareció un premio después de estar tantos años dedicados a retratar la naturaleza y, encima, en casa. Vinimos emocionados” pero “cuando llegamos aquí, vimos que esto es la guerra”, ha explicado Alfonso Escalero al diario Canarias 7. “No pudimos con el shock de ver la belleza y la destrucción. La naturaleza está pariendo un hijo con muchísima sangre”, confiesa.
En I Love The World, especialistas en la naturaleza, tienen tecnología punta para hacer realidad virtual, imágenes aéreas y fotografías en 360 grados y decidieron cederlas a los medios. Así llegó esa ‘foto de la esperanza’ en la que se ve una casa milagrosamente en pie rodeada de lava del volcán de La Palma por todas partes. Dio la vuelta al mundo y fue portada en The New York Times y The Washington Post.
Entonces, los vecinos de la Isla Bonita empezaron a pedirles que fotografiaran sus casas para saber si estaban en pie o no. Hay más de 2.000 construcciones que han sido engulllidas por las coladas de lava. “Nos mandan las localizaciones de sus casas, con la latitud y la longitud, las volcamos en Google Earth y después, en función de la autorización que nos den desde el puente de mando, estudiamos un plan de vuelo para poder cubrir al menos una parte de sus peticiones”, explica Escalero. “Algunas casas no existen ya. Es doloroso tener que decirlo, pero, sin embargo, nos responden: 'gracias, por lo menos ahora podremos descansar'”.
Cuentan que están agotados, física y emocionalmente, pero saben que no pueden dejar solos a los vecinos de La Palma afectados por la erupción del volcán de Cumbre Vieja. Por eso piden que alguna entidad, pública o privada, les tome el relevo. Pero como hacerlo si –señala Escalero- “alguien te llama y te cuenta que su abuelo quiere ver su casa antes de morirse”.