Diecinueve refugiados ucranianos dan vida a San Xoán de Río, el pueblo más envejecido de Galicia

No es lo que reclama la España vaciada pero, desde luego, mucho han cambiado las cosas en un pequeño municipio de Ourense en los últimos días después de la llegada de 19 ucranianos. Los pequeños vuelven a llenar las calles de San Xoán de Río.

Se trata del pueblo más envejecido de Galicia, con 500 habitantes y casi ningún niño. Hasta que llegaron Ieva, Sofia, Bordan o Arina. Cinco familias de refugiados ucranianos con nueve menores. El alcalde de la localidad, Xosé Miguel Pérez, asegura que "hemos casi triplicado nuestras población juvenil. Nos habían cerrado el colegio hace 12 años y ahora, con estas cifras, lo podríamos volver a abrir".

Durante la partida diaria de cartas, apuestan por que se queden para devolver la vida a San Xoán de Río. "Nos parece muy bueno para el pueblo", afirma uno de los oriundos.

Las familias ucranianas ya aprenden español

Desde esta semana, aprenden español. "No es difícil, lo intentamos", dicen sonrientes. Una nueva forma de olvidar por un instante el horror de la guerra en su país. Erika González, educadora social de la asociación de mujeres Anel, defiende que ello les servirá para "prepararse cuanto antes para encontrar un trabajo". "Y a la vez no tienen tanto tiempo de pensar en la situación que acaban de vivir", subraya.

Residen en el albergue municipal Os Biocos, donde reciben las clases, integrándose ya en una España vaciada que también necesita de grandes familias. Además, se trata de un frenazo en seco a la sangría poblacional y a la falta de relevo generacional que viene acusando el municipio desde hace décadas. En 1900, San Xoán de Río contaba con 3.630 habitantes, número que no ha dejado de descender cada año hasta ahora.