Detenido un empresario español por explotar y hacer trabajar sin seguridad en obras a sus empleados

  • Un empresario español contrataba extranjeros en Madrid y les obligaba a trabajar en obras sin las condiciones de seguridad mínimas

  • La Policía recibió una denuncia alertando que un empresario contrataba extranjeros sin papeles y les prometía darles de alta en la Seguridad Social

  • El empresario está acusado de los delitos de estafa, explotación laboral y relativos a los riegos laborales

La Policía Nacional ha detenido a un empresario por contratar ilegalmente a varios ciudadanos extranjeros para trabajar en obras en varios puntos de Madrid sin las convenientes medidas de protección y sin pagarles las cantidades acordadas, ha informado un portavoz de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid.

La Policía recibió una denuncia alertando de que un hombre estaba fichando a empleados sin estancia legal en España para trabajar en obras pero sin contrato previo, prometiéndoles que firmarían días después un contrato y les daría de alta a la Seguridad Social, algo que nunca llegaba.

Dos trabajadores, obligados a subirse a dos escaleras atadas con cuerdas entre dos tejados

Los agentes comprobaron que llegaban a producirse en situaciones de claro peligro para la seguridad y la vida de estas personas, ya que trabajaban sin las medidas oportunas y de forma rudimentaria. En las imágenes que consiguieron puede verse cómo dos personas eran obligados a subirse a dos escaleras atadas con cuerdas entre sí interpuestas entre dos tejados para pintar en las fachadas.

Con la ayuda de los técnicos de Inspección de Trabajo, los policías logran pillar 'in fraganti' al empleador con dos extranjeros sin autorización trabajando sin papeles en Alcobendas, por lo que fue detenido el día 6 acusado de los delitos de estafa, explotación laboral y relativos a los riegos laborales. Se trata de un hombre de 51 años y sin antecedentes.

De momento, hay localizadas 8 víctimas, aunque sólo 6 han querido denunciar. Les debe, en total, unos 8.000 euros, ya que no les había pagado muchas jornadas de trabajo. El arrestado se aprovechaba de la situación administrativa de las víctimas para utilizarles como mano de obra barata en situaciones contrarias a la Ley de Riesgos Laborales.