El Gobierno logra la aprobación de la ansiada reforma laboral, una victoria que consideran histórica, pese a que al mismo tiempo en ella se ha simbolizado la división con buena parte de los socios que auparon a Pedro Sánchez a la Presidencia, que han dado la espalda al Ejecutivo en esta votación.
Concretamente, el Congreso de los Diputados ha convalidado el real decreto ley de reforma del mercado laboral por la mínima, con 175 votos a favor frente a 174 en contra, con 0 abstenciones y con un buen susto, porque inicialmente de las palabras de Meritxell Batet, presidenta de la Cámara Baja, salió la palabra "derogada"; un fallo de cálculo que puso el suspense y las caras de incredulidad en el Ejecutivo. Tal fue la confusión, de hecho, que en la bancada de la oposición llegaron a aplaudir.
En total, eran 166 votos al sí, más 9 telemáticamente, y 169 al no, más 5 telemáticamente, con ninguna abstención, unos números que despistaron inicialmente, antes de que Batet rectificase, señalando la convalidación de la reforma laboral y desatando el "¡Sí se puede!" en el Gobierno de coalición.
Con la accidentada votación, el Gobierno de coalición consigue cumplir un objetivo crucial, logrando uno de los pilares de la legislatura. Las cuentas salen en esta nueva vía en la que ha participado Ciudadanos, que dice que quiere “evitar la catástrofe de estas cesiones a Otegi y Rufián”; y que contaba ayer in extremis con el imprescindible apoyo de PdCAT y UPN, que hacía posible la mayoría reprochando, eso sí, que lo hacían por el bien de España, y no por Pedro Sánchez y su gobierno.
Con esos 'síes', el Gobierno se aseguraba 176 votos, pero hoy han salido 175. Fundamentalmente porque rompiendo la disciplina de partido los dos diputados de UPN, Sergio Sayas y Carlos García Adanero, finalmente han votado 'no'. Así, lo que las cuentas deberían haber arrojado hoy, respecto a los apoyos que se contaban ayer (176), es 174 votos, en lugar de 175, pero resulta que un diputado del PP, Alberto Casero con el voto telemático, dando su 'sí' en lugar del 'no'... si bien el PP denuncia un "error informático".
En este punto, tras convalidarse el real decreto ley la oposición irrumpió en reproches hacia Batet por el error en el recuento, pero la presidenta del Congreso de los Diputados los cortó en seco, desatando los gritos de estos: "¡Qué vergüenza!", "¡caradura!", se escuchó en la Sala.
De hecho, posteriormente Cuca Gamarra, portavoz del PP en el Congreso ha ofrecido una rueda de prensa en la que ha asegurado que habían informado a la Mesa del Congreso previamente de cómo se había computado el voto de este diputado en un sentido contrario al que él pretendía.
“En el día de hoy uno de los diputados del PP, que ejercía su derecho al voto telemáticamente, ha votado ‘no’ a la reforma laboral. El certificado emitido por parte de la Cámara ha comprobado que contemplaba un voto diferente al que él ha emitido: un ‘sí’. En ese momento se ha puesto en conocimiento. Ha intentado ponerse en conocimiento de la Cámara. No ha sido posible. Lo ha hecho a través del grupo parlamentario y el grupo parlamentario antes del inicio de la votación ha puesto en conocimiento de la presidenta que había una anomalía y que, por tanto, el sentido del voto que ese diputado había emitido no era el que constaba en el certificado".
Del mismo modo, ha asegurado, "la vicepresidenta de la Mesa también se lo ha hecho constar a la presidenta. Eso se ha producido con carácter previo al inicio de las votaciones. Por tanto, eran plenamente conscientes los miembros de la Mesa de que había una anomalía en el voto emitido por parte de un miembro de esta Cámara, y él lo ha puesto en conocimiento con carácter previo a la Mesa. En ese sentido, han decidido continuar hacia adelante con la votación. El diputado se ha personado en esta Cámara y se le ha impedido la entrada al Hemiciclo".
"En definitiva, además, cuando se ha producido la votación se ha contabilizado un voto que previamente, por parte del diputado, se había puesto en conocimiento que no era ese el sentido de su voto”.
Además, ha dicho, “cuando el Grupo Parlamentario, finalizada la votación, ha querido ponerlo en evidencia durante la celebración del pleno, como han podido ver, se ha dado por retirada la palabra y se ha dado por concluido el pleno, diciendo además que la Mesa ya había resuelto por esa incidencia”.
En este sentido, ha insistido, denunciando: “La Mesa no ha sido reunida, la Mesa no ha abordado nada en relación a ese sentido del voto de un diputado que se ha computado de manera diferente al emitido, por tanto, vulnerando su derecho constitucional del artículo 23. Lo que estamos trasladando a la presidenta es la necesidad de que se rectifique”.
En esta línea, Cuca Gamarra ha reprochado la actuación de Batet: "Teniendo conocimiento como tenían, del sentido del voto que ese diputado había emitido, ¿por qué no se ha tenido en consideración esa información y se ha permitido, no solo continuar la misma, sino que además se ha contabilizado con un resultado diferente al que el diputado había emitido?”.
Así, Gamarra ha recalcado que la convalidación de la reforma laboral “solo es posible teniendo en cuenta un voto que se ha emitido con un sentido diferente al que se ha contabilizado por parte de la presidencia de la Cámara”.
Más allá, ha recalcado que se han reunido con la Presidencia “a los efectos de que se tomen las decisiones que sean oportunas”.
"Evidentemente no puede ser contabilizado con un resultado diferente al que el diputado lo emitió. Y todavía más grave es que un diputado haya venido hasta la Cámara en una situación de enfermedad y se le haya impedido entrar al Hemiciclo. Ese impedimento ha sido también comunicado que se iba a producir por parte del vicepresidente de la Cámara al secretario general del grupo parlamentario, dando instrucciones por tanto a funcionarios de la Cámara para que a un diputado se le impidiera la entrada al Hemiciclo”, ha denunciado.
Así, Gamarra insiste en hablar de “error informático”, y subraya que “no es baladí la trascendencia justo de la votación donde se ha producido”. “Lleva a una convalidación que de otra manera no pudiera haberse producido”, ha finalizado.
Hoy, no obstante, y pese a todo, el Gobierno ha logrado la convalidación real decreto ley, que está encaminado a dejar atrás la que era la reforma laboral de Rajoy en asuntos como la temporalidad o los convenios colectivos, entre otros.
El presidente del Gobierno, pese a la división entre sus socios en esta votación, se muestra seguro de que "la estabilidad política está garantizada" y la tendrá en lo que queda de legislatura.