La Fiscalía Anticorrupción cifra en seis los millones de euros que los empresarios Luis Medina Abascal y Alberto Luceño Cerón obtuvieron durante el primer estado de alarma de la pandemia de covid gracias a la compra de material sanitario que después suministraron al Ayuntamiento de Madrid. Señala que, en su gran mayoría, estaba vendido a un precio desorbitado y era de una calidad bastante inferior a lo acordado entre ambas partes.
Medina, hijo de Naty Abascal y el duque de Feria, se hizo con un millón de euros y fue quien, según la Fiscalía, contactó con el Ayuntamiento a través de Luceño, primo del alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, quien afirma que se enteró de todo por la prensa. Luceño habría conseguido hasta cinco millones de euros al presentarse como "experto en importación de productos procedentes del mercado asiático".
Tanto Medina como Luceño intermediaron en la importación de guantes, mascarillas y test rápidos, pero elevaron los precios más de un 400% de un material que, en su mayor parte, llegaba defectuoso a Madrid.
Con el dinero cobrado por los dos comisionistas, Alberto Luceño pagó 60.000 euros por seis noches en un hotel de lujo en Marbella (Málaga), entre el 10 y el 16 de agosto en 2020. También se compró tres relojes Rolex y siete vehículos de alta gama, los más caros del mercado. Por ejemplo, un Ferrari 812 Superfast, un Aston Martin DBS Superleggera, un Lamborghini Huracan Evo Spider y un McLaren 720S.
Además, el acusado pagó una vivienda en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón con tres plazas de garaje por valor de 1,1 millones de euros.
En cuanto a Medina, se compró un yate modelo Eagle 44, al que bautizó con el nombre de "Feria", registrado en Gibraltar y por el que pagó 325.000 euros. También compró dos bonos bancarios por 200.000 euros cada uno.
Están acusados de estafa, falsedad en documento mercantil y blanqueo de capitales.
La vicealcaldesa, Begoña Villacís, ha comparecido poco después y ha anunciado que Ciudadanos pedirá una segunda auditoría para investigar estos hechos. "No se pueden volver a producir de nuevo estos errores y queremos saber si este es el único contrato de emergencia o hay otros que una vez revisados puedan dar lugar a más sorpresas", ha afirmado.