Las elecciones del próximo 4-M prometen ser atípicas en muchos sentidos, casi todos relacionados con la pandemia y las restricciones que derivan de ella. Es posible que lo complejo y extraño de la situación actual determine en cierta medida el resultado final, y tal vez en esta ocasión deje de cumplirse la máxima que se ha convertido casi en garantía segura en todos los comicios autonómicos que han tenido lugar en la comunidad en las últimas tres décadas: el resultado que arroje el municipio de Colmenarejo siempre acierta con respecto al reparto de escaños final.
Colmenarejo es uno de municipios que forman parte de la Comunidad de Madrid, situado en el noroeste de la región, muy cerca de Galapagar, precisamente donde vive Pablo Iglesias. Entre otras cosas, cuenta con el tercer Campus de la Universidad Carlos III de Madrid y se encuentra a 40 minutos de la capital. Su economía se basa principalmente en el sector servicios y en la construcción, y cuenta con unos 9.000 habitantes.
Sin embargo, los resultados que electorales que se extraen de esta pequeña población son tradicionalmente perfectamente extrapolables a la Comunidad al completo. No solo ‘aciertan’ en qué partido obtendrá más votos en los comicios sino que, además, el reparto del voto se parece bastante desde hace casi tres décadas al que se aplica a todo Madrid.
Sin ir más lejos, en los pasados comicios de 2019, el PSOE fue la fuerza más votada en Colmenarejo (25,64 por ciento de los votos) y en toda la Comunidad de Madrid (27,44). Algo parecido ocurrió con el PP (19,6 frente. 22,34) y con Ciudadanos (19,94 frente a 19,7). En el caso de Podemos, la formación obtuvo el 6,43 por ciento de los votos en Colmenarejo y el 5,6 en la totalidad de la Comunidad madrileña. Vox, por su parte, obtuvo el 10,769 por ciento de los votos en Colmenarejo y el 8,88 en Madrid al completo. Resultados similares se remontan hasta mediados de la década de los 90.
Por eso se habla de esta área como el ‘Ohio de Madrid’. Y es que este estado norteamericano viene siendo también desde hace décadas una especie de ‘bola de cristal’ de gran importancia para los políticos de cara a cada proceso electoral, precisamente porque quien gana en Ohio, gana en todo Estados Unidos. O, en otro sentido, para ganar en Estrados Unidos, hay que ganar en Ohio. Al menos, ningún republicano ha llegado a la presidencia sin obtener la victoria previamente en este lugar.
Con todo, hay que decir que, en el caso estadounidense, la racha de más de 60 años de acierto se rompió el pasado 2020 con la victoria de Biden. Y es que, en el caso de los demócratas, solo tres candidatos han llegado a la presidencia norteamericana sin ganar en Ohio. El pasado 2020 tuvo lugar la cuarta excepción.
Cabe plantarse si podría ocurrir algo similar en las próximas elecciones en la Comunidad de Madrid, especialmente teniendo en cuenta el momento convulso que vivimos. De momento, Colmenarejo ha acertado incluso durante los dos últimos comicios madrileños, con resultados mucho peores de lo habitual para el PP y, en el caso de 2019, con la victoria en ambos casos para el PSOE.
Las razones que explican el valor de estas zonas para determinar quién ganará las elecciones son muy similares: las características de la población que reside en ellas encaja muy bien con la radiografía general de la totalidad del territorio electoral en el que se integran. En el caso de Colmenarejo, los índices socioeconómicos de este municipio se parecen mucho a los de toda la Comunidad de Madrid: la tasa de paro, la renta por hogar… resultan muy similares, así como los contrastes e inquietudes políticas de su población.
En cuanto a qué ocurrirá en las elecciones del 4-M en la Comunidad de Madrid, las encuestas auguran que, tanto en Colmenarejo como en la Comunidad al completo, el PP de Ayuso recuperará la fuerza perdida en los dos últimos procesos electorales del mismo corte.