Hoy se cumple un mes del comienzo de la erupción del volcán de La Palma Un mes marcado por la lava, los gases y las cenizas de un volcán que mantiene en vilo a miles de familias evacuadas. En las últimas horas su actividad no ha cesado. Las coladas de lava continúan su avance hacia el mar, mientras se llevan por delante propiedades y cultivos.
Estables y lentas. Así discurren ahora las coladas de lava del volcán en Cumbre Vieja. Se mueven a dos metros por hora, una velocidad que hace que la lava se vuelva más espesa. “Seguimos teniendo un bajo aporte, una especia de impasse, que probablemente se invierte en crecer en alto como en ancho”, ha explicado el director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende.
La colada del norte baja lenta pero su desembocadura en el mar es inminente. Está a poco más de 100 metros. “Hay que tener en cuenta que la lava está a 1.200 grados, el agua del mar está como a 25 grados, se va a producir una evaporación instantánea con también salida de ácido clorhídrico”, ha explicado Eugenio Fraile, del Instituto Nacional de Oceanografía.
Hoy, segundo día de vuelta al colegio y los alumnos de Tazacorte tendrán que quedarse en casa por culpa del volcán de Cumbre Vieja. La lava está demasiado cerca.
Una pesadilla que continúa cuando se cumple un mes de la primera erupción. El volcán sigue activo, escupiendo magma por sus tres bocas. Son toneladas de lava que ya han engullido casas, comercios y hasta campos de fútbol.
Casi 2000 edificaciones están completamente destruidas, más de 800 hectáreas han sido arrasadas y hay una profunda herida en la agricultura de la isla bonita.
Interior transfería ayer 10 millones y medio de euros para cofinanciar la compra de viviendas. Serán para que quienes lo han perdido todo vuelvan a empezar.