Las diferentes coladas del volcán de La Palma han entrado en una fase de "estabilidad y lentitud", incluso la que hasta ahora se estaba mostrando más activa y que se encuentra a unos 160 metros del mar, sin que esté previsto que llegue al agua a lo largo de este lunes.
La directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, María José Blanco, ha indicado que por el caudal y por la velocidad (apenas 2 metros por hora) de esta colada, que fue la que arrasó un supermercado en el barrio de La Laguna y ahora atraviesa una zona de plataneras, no es previsible una llegada inminente al mar.
Asimismo, ha ofrecido datos sobre las personas albergadas, que son un total de 344 personas, de las que 327 están en un hotel de Fuencaliente y 17 en otro de Los Llanos.
En total hay 763,32 hectáreas afectadas, 20 más que ayer, y 228,9 corresponden a áreas de cultivos: 128,07 de plataneras; 52,02 viñedos y 16,9 aguacates.
Además, hay 1.956 edificaciones destruidas y 61 en riesgo.
María José Blanco ha detallado que el centro eruptivo que se reactivó el día 16 continúa su actividad con emisión de cenizas de forma intermitente y ha agregado que no se descarta la aparición de nuevos focos cercanos al cono principal.
La altura de la columna de cenizas y gases a las 9 horas era de 4.000 metros y, en cuanto a la previsión del tiempo, ha indicado que se espera que mañana remita la calima.
El penacho de cenizas tiene una posición favorable para la operatividad del aeropuerto de La Palma, que sin embargo, podría ver afectada su operatividad en las horas centrales del día de mañana debido a los vientos.
En cuanto a la sismicidad, los terremotos siguen en la misma zona y mantienen profundidades entre 10 y 15 kilómetros, si bien siguen los temblores profundos con una magnitud máxima de 4,6.
Con este nivel de sismicidad siguen siendo probables terremotos sentidos por la población, ha alertado la científica.