Otro dedo de la colada que preocupa es el que avanza sobre la zona de La Laguna. En las últimas horas ha ralentizado su avance pero desde el aire se puede observar bien su trayectoria y la devastación que ha dejado a su paso. También las zonas que se han salvado y las que está ahora mismo amenazadas.
Cascadas de lava descienden por esta montaña que se levanta al norte del volcán. Discurre oculta por el interior de la colada a través de los tubos lávicos y reaparece por varias salidas para continuar propagándose formando surcos y arrugas en la nueva orografía.
2,3 kilómetros abarca la lava en su zona más ancha. Y en su avance caprichoso deja pequeñas islas donde hay casas que sobreviven pero a las que es imposible acceder. A un lado, este es el dedo que se desgaja de la colada norte. El que ha engullido el polígono industrial donde solo esta nave sigue en pie. Si este dedo mantiene su avance en diagonal seguirá adentrándose en el barrio de La Laguna... por lo que la esperanza es que reoriente su itinerario bordeando la montaña y encaminándose hacia el mar. Evitando ensanchar los efectos destructivos de esta mancha volcánica.