La lava del volcán de La Palma vuelve a caer al mar. La lava que ha alcanzado el mar a mediodía de este lunes en la parte norte de las coladas del volcán de La Palma, cerca de Tazacorte, está generando un nuevo delta lávico o fajana y ha obligado al confinamiento en sus casas de unas 3.000 personas, medida que se mantendrá al menos 24 horas. Aunque las emisiones de dióxido de azufre han marcado un mínimo desde que comenzó la erupción, entre 900 y 1.300 toneladas diarias, el viento del oeste y el suroeste ha provocado problemas en la calidad del aire en los municipios al este, fundamentalmente Santa Cruz de La Palma, Breña Alta y Breña Baja.
Por eso, el Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca) ha extendido a esos municipios las recomendaciones que se aplicaban para la población del Valle de Aridane desde el principio de la erupción: uso de mascarillas FFP2 por la presencia de partículas inferiores a diez micras y que la población más sensible salga a la calle lo menos posible. La orientación de la nube de gases y cenizas del volcán hacia el este mantiene inoperativo el aeropuerto de La Palma.
Esta vez lo ha hecho más cerca del muelle de Tazacorte. Las carreteras de acceso a la costa por el su ya estaban cortadas desde esta mañana por la mala calidad del aire. Justo a la una de la tarde, la lava volvía a tocar aguas del Atlántico. Es la cuarta vez que llega al mar y con ello se provocaba una gran nube de gases visible a kilómetros de distancia. La isla ya ha crecido 43 hectáreas gracias a estas fajanas. La colada de lava que ha tocado el mar pasado el mediodía estaba situada apenas a 500 metros del cementerio de Tazacorte, en la zona más al norte del municipio. Este nuevo aporte de magma del volcán de La Palma generará otra fajana más cercana a la bocana del muelle de Tazacorte.
Este brazo recibió aportes de la coladas 4 y 7 situadas entre las montañas de Todoque y La Laguna. Desde hace días gran parte del flujo de lava se ha movido por este punto. Las carreteras del sur de acceso a la costa estaban cortadas desde esta mañana por la calidad del aire. Cabe prever que se impida también el acceso marítimo que a primera hora de hoy estaba permitido.
Dada la previsión meteorológica, se espera que las incidencias en la operatividad aeronáutica continúen en las próximas 24 a 48 horas, según han expuesto en rueda de prensa los portavoces del Pevolca, Carmen López y Miguel Ángel Morcuende. La sismicidad generada por la erupción se mantiene como en días anteriores, con un terremoto de magnitud 4.8 a 36 kilómetros de profundidad y con intensidad IV como máximo exponente. Tampoco hay novedades en cuanto a la deformación o el tremor, que siguen estables.
La portavoz científica del Pevolca, Carmen López, dijo que aún es pronto para sacar conclusiones sobre el descenso en la emisión de dióxido de azufre, uno de los indicadores que utilizan los científicos para anticipar la evolución de la erupción, y destacó que este parámetro registra gran variabilidad. Por eso, será preciso esperar a las mediciones de los próximos días para evaluar la evolución del dióxido de azufre, que en todo caso mantiene una tendencia descendente desde el 23 de septiembre.
Por su parte, Morcuende ha explicado que la Unidad Militar de Emergencias (UME) está haciendo mediciones de gases en la zona donde la colada número siete ha alcanzado el mar este mediodía, entre las montañas de Todoque y La Laguna, más próxima a esta última.
"En cuanto tengamos un conocimiento exhaustivo de los gases que hay y la distancia a la que se propagan podremos levantar o no el confinamiento domiciliario", una decisión que se tomará probablemente el martes, una vez transcurridas 24 horas, explicó Morcuende.
El confinamiento no afecta al Puerto de Tazacorte, sino al barrio de San Borondón, a la Villa de Tazacorte y a la zona al este del casco.
Es "una nueva sorpresa" de este volcán, que se atribuye a los nuevos aportes tras los desbordes registrados en el cono en días pasados y a que el magma ha discurrido por encima de las coladas previas y por tubos lávicos, sin absorber nuevo material, como ocurre cuando ocupa nuevo territorio. Aunque casi toda la energía circula por la colada siete, la lava también avanza por las coladas situadas más al sur, la uno, la dos y la nueve, que ya prácticamente forman una sola.
Este avance de la lava ha llevado a que la superficie total ocupada ascienda a 1.060,22 hectáreas, siete hectáreas más que la víspera, y la anchura entre coladas es de 3.300 metros, cien metros más. Las últimas estimaciones del catastro sobre la afección de la lava apuntan a 1.481 edificaciones dañadas, de las cuales 1.193 son residenciales, 159 agrícolas, 67 industriales, 34 de ocio y hostelería y 28 de otros usos. El cálculo del sistema europeo de satélites Copernicus sitúa las edificaciones afectadas en 2.746, de las que 2.651 han sido destruidas. En los dos hoteles dispuestos en Fuencaliente y Los Llanos de Aridane para albergar a los evacuados hay 503 personas y en residencias sociosanitarias permanecen 43 dependientes.
Los expertos recomiendan cerrar puertas, persianas, ventanas. Incluso sellarlas con cinta adhesiva. Ante la llegada de la colada de la zona número 7 al mar en la zona costera del municipio de Tazacorte y en previsión de posibles emanaciones de gases nocivos para la salud de las personas, se ha ordenado el confinamiento de los núcleos de población siguientes: San Borondón, Tazacorte y el diseminado de El Cardón hasta Camino Los Palomares por el norte. Los expertos recomiendan cerrar puertas, persianas, ventanas. Incluso sellarlas con cinta adhesiva y algunos consejos más: