Noche más tranquila en la frontera de Ceuta. El fuerte despliegue policial ha reducido las entradas a cero. Los gendarmes marroquíes han pasado de abrir la puerta a actuar con contundencia contra los que intentan cruzar. Hasta 5.600 migrantes han sido ya devueltos a Marruecos.
Ahora la tensión se traslada al otro lado de la frontera. Marruecos cierra la puerta que abrió hace tres días y aquellos que vinieron a probar suerte descargan su rabia contra los antidisturbios en Castillejos, la última ciudad del país.
Rabat reestablece un férreo control en la zona. La quema de neumáticos y contenedores mantiene cerradas las carreteras que conectan Tánger y Tetuán. Imágenes, ahora, muy diferentes al otro lado del famoso espigón.
En Ceuta se instala una relativa calmaCeutarelativa calma, aunque todavía con fuerte presencia del ejército. Ahora los trabajos se centran en identificación y control sanitario por la pandemia de coronavirus.
Desde ayer no se ha contabilizado ninguna nueva entrada. Aunque todavía hay quienes siguen intentándolo. Según el Ministerio del Interior, 5.600 personas ya han sido devueltas.
Otros esperan a que Marruecos abra la frontera por la mañana para regresar por su propio pie.