Andalucía ha comenzado a utilizar los camiones móviles para hacer cribados masivos de COVID-19 para, de esa manera, "dar una respuesta más cercana si cabe" a la ciudadanía y "reforzar los test que se están haciendo" para detectar los casos de coronavirus en la comunidad autónoma, según el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno.
Se trata de apostar por medidas "novedosas para ser más eficientes" en la lucha contra la propagación del coronavirus. Estas ocho unidades se han distribuido una en cada provincia y es Salud Pública la que determina dónde se realizan estos test de antígenos, dando apoyo a los centros que ya vienen haciendo estos cribados por los municipios que los necesitan. Cuevas del Becerro ha sido una de las localidades seleccionadas y no es para menos.
La incidencia era alta, lo sabían, pero no calculaban cuánto. Un cribado realizado el viernes pasado dio la respuesta: de las 180 pruebas que se realizaron, 130 resultaron positivas. El 70 % de quienes acudieron a hacerse el test estaban infectados, por eso se ha movilizado hasta este pueblo de Málaga un camión móvil para realizar PCR de la Junta de Andalucía. Entre hoy y mañana tendrán que pasar por ahí, de forma obligatoria, los 1.600 vecinos de Cuevas del Becerro en Málaga. Un cribado especial para tratar de frenar el avance del virus en la localidad. A día de hoy el municipio, de 1.589 habitantes, tiene una tasa por cada 100.000 habitantes de 3.209,6. La alcaldesa de Cuevas del Becerro, Ana María García, dejó claro que las pruebas eran obligatorias.
Cada uno de los camiones móviles puede hacer 700 pruebas lo que supone, entre los ocho, más de 5.000, a las que se suman las que se realicen en otros espacios. "Multiplicamos la capacidad de cribar, vamos a buscar al ciudadanos y esto nos permite tener un conocimiento más real y dar una respuesta en tiempo y forma", ha sostenido Moreno en declaraciones a los periodistas.
En las unidades móviles se harán test de antígenos, "una prueba rápida, segura y certera, con el 95 por ciento de fiabilidad" cuyo resultado se da a conocer al interesado en 15 minutos junto a las recomendaciones sanitarias pertinentes. En cada camión hay un equipo de siete profesionales (un coordinador, dos administrativos, dos enfermeros y dos técnicos de laboratorio), además de estar comunicadas con el sistema Diraya para que el SAS haga seguimiento de esos test.
También se garantiza la seguridad "en todo momento", con entradas y salidas diferenciadas y con boxes separados en el interior de las unidades móviles, ha explicado el presidente andaluz, quien ha avanzado que se quiere "hacer mucho" con dichos camiones. En este denominado "sistema de pruebas masivas puerta a puerta" ha supuesto una inversión de 5,5 millones de euros, ha indicado Juanma Moreno, quien ha avanzado que la infraestructura móvil se aprovechará para más adelante, para poner la vacuna contra el SARS-Cov-2 cuando sea posible.
De esta manera, ha considerado, se conseguirá "quitar presión a la Atención Primaria, que seguirá siendo protagonista: "Estos camiones llegarán a más rincones, más rápido y con una respuesta más eficiente. Ojalá que esa vacuna llegue lo antes posible y cuanto antes vacunemos a todos los andaluces. Es nuestra ilusión para pasar página de esta pesadilla que tanta tristeza y tanto daño está trayendo".
"La mayoría de test son públicos, los hace el SAS; ni un ocho por ciento se hacen por privado aunque muchas empresas recurren a esa vía pero el 92 por ciento es por el SAS, dando una respuesta ágil, segura y gratuita a los ciudadanos", ha recalcado. También ha hecho hincapié en que desde Andalucía se está intentando frenar el virus "atacando sus flancos" y ha aludido a la campaña de vacunación antigripal y la ampliación de la cobertura para vacunar contra el neumococo a aquellos entre 60 y 69 años --hasta ahora, en Andalucía se vacunaba sólo a los mayores de 65 años--. De esta manera se pretende que si finalmente se contagian de COVID éste tenga un impacto menor: "Estamos intentando adelantarnos en la medida de lo posible", ha enfatizado.
Pese a todo ello, el presidente andaluz ha insistido en que "necesitamos concienciarnos" para frenar el COVID-19 pese a haber "doblegado la curva de la segunda ola de la pandemia". Así, ha reiterado que lo que se haga a partir del 10 de diciembre, cuando se conozca la situación tras la aplicación de las últimas medidas del Gobierno de Andalucía, deben ir a evitar una tercera ola.
El vicepresidente de la Junta, Juan Marín, se ha mostrado este lunes confiado en que haya "un poquito más de oxigeno" durante las fechas navideñas si la situación sanitaria por la pandemia del coronavirus se mantiene en una línea descendente, aunque ha pedido "prudencia". "Tomaremos las decisiones que nos trasladen los expertos, que probablemente vayan en la línea de flexibilizar los horarios y, no sabemos, si en la de abrir también los perímetros, al menos dentro de las provincias, durante las fechas navideñas", ha dicho en declaraciones a los periodistas en Dos Hermanas (Sevilla).
En cuanto al puente de la Constitución, ha dicho que está ya "perdido" para el sector turístico por las limitaciones de las restricciones perimetrales, que ya están definidas desde hace días, por lo que hasta después de esa fecha "no se espera ningún tipo de apertura". "Intentaremos aprovechar en lo que sea posible las fiestas navideñas", ha insistido tras resaltar que la situación sanitaria va "en una línea claramente descendente" y subrayar el "avance importante" que se ha producido en Granada, cuya situación se ha igualado ya hoy a la del resto de Andalucía.
"Pero, de momento, hay que ser prudente y ver hasta dónde se puede llegar porque una tercera ola por la irresponsabilidad de tomar decisiones sería de graves consecuencias para la ciudadanía", ha recalcado. Marín ha admitido que las decisiones no son "nada fáciles", pero ha insistido en que tienen que ser "coherentes" y estar basadas en el conocimiento, aunque ha confiado en que las cosas "van a ir mucho mejor".
Sobre las aglomeraciones del pasado fin de semana, por ejemplo en los mercadillos navideños, ha insistido en la necesidad de ser "responsables", aunque ha considerado "normal" que en estas fechas la gente salga más a la calle para hacer las compras navideñas o pasear. "No creo que vaya a haber muchos inconvenientes para que la gente pueda estar en la calle hasta el toque de queda", ha añadido. Y ha recordado que el 9 de diciembre habrá una revisión tras la reunión que celebrarán con el comité de expertos y se verá "si es posible o no" la flexibilización de los horarios comerciales porque hay que "intentar compaginar la actividad productiva con la situación sanitaria".