Con mucha probabilidad, Baleares volverá a cerrar de manera inmediata el interior de sus bares y restaurantes para evitar a "toda costa" una cuarta ola de coronavirus, ante el temor de la rapidez de la propagación de la cepa británica y tras un leve aumento de los contagios en los últimos días.
El interior de bares y restaurantes habían vuelto a recibir a sus clientes hace una semana, pero el Govern ha dejado claro este lunes que tomará todas las medidas necesarias para evitar que los casos de covid19 vuelvan a descontrolarse en la comunidad autónoma, han informado fuentes del Ejecutivo.
De hecho, Baleares se sitúa entre las comunidades españolas con menos contagios: La incidencia acumulada a 14 días en Baleares este lunes es de 47 casos por 100.000 habitantes (44 el sábado pasado), un leve aumento que, sin embargo, preocupa a las autoridades sanitarias ante la posibilidad de que la curva vuelva a subir de nuevo.
Por ello, los epidemiólogos han puesto sobre la mesa la clausura inmediata del interior de bares y restaurantes como medida de choque, un asunto que hoy tratará el Govern en una reunión urgente que mantendrá en la Mesa de Diálogo Social con patronales y sindicatos.
En rueda de prensa, el portavoz del Govern y conseller de Turismo, Iago Negueruela, ha dejado claro este lunes que el Ejecutivo tomará cualquier medida que sea necesaria para proteger la salud de los ciudadanos y salvar la próxima temporada turística de verano.
"Nos jugamos vidas y nuestra economía", ha aseverado en rueda de prensa el portavoz, que ha advertido del rápido contagio y del riesgo "exponencial" que supone la cepa británica.
Además, el Ejecutivo exige que cualquier turista internacional que pueda venir a Baleares por Semana Santa venga con una PCR negativa realizada en las últimas 72 horas previas al viaje.
Alemania, ahora está dando marcha atrás estableciendo nuevas restricciones, pero hace una semanas que permitió a sus ciudadanos pasar la Semana Santa en Baleares. Eso provocó que las reservas de vuelo se acabaran en unas horas y las compañías que operan entre las principales ciudades germanas y Mallorca o Alicante aumentarñan por miles sus plazas para volar a las playas españolas.