Ana María Cameno, conocida como 'La Reina de la Coca', iba a ser juzgada este lunes en la Audiencia Nacional por presuntos delitos contra la salud pública, blanqueo de capitales y tenencia ilícita de armas, por los que la Fiscalía pide que sea condenada a 25 años de cárcel y a multas que superan el millón de euros. Se trata de la tercera vez que la Audiencia Nacional pone fecha para el juicio a Cameno. Señalado inicialmente para el 14 de enero de 2020, se postergó al 10 de febrero de ese mismo año por problemas médicos de la principal encausada, si bien tuvo que posponerse una segunda vez.
El Ministerio Público acusa a Cameno de vender en 2014 más de 100 kilos de cocaína por unos 15 millones de euros que habría blanqueado a través de transferencias a Panamá. Según el relato de la Fiscalía, Cameno se dedicaba a "actividades encaminadas a la distribución y venta a terceros de sustancia estupefaciente, concretamente cocaína". Y, con ese propósito, de una parte, "mantenía contactos regulares tanto con suministradores como con los encargados del transporte" de la droga, mientras que, de otra, Mora Parra "se ocupaba de los pagos correspondientes a las ventas" y de las gestiones para la "ocultación" de los beneficios.
Para transportar la 'coca', "Cameno hacía uso de distintos vehículos, siempre a nombre de terceros, que habían sido manipulados para alojar en una 'caleta' la sustancia estupefaciente". Así, el Ministerio Fiscal detalla que en un coche se encontraron ocultos 19 paquetes de cocaína con un peso total de 18.934 gramos y una pureza del 68%, lo que en el mercado se habría traducido en cerca de tres millones de euros.
La Fiscalía indica que, a pesar de que Cameno y Mora Parra "no disponían de actividad económica real desde 2012", "disfrutaban de un alto nivel de vida". Habían adquirido distintos inmuebles y vehículos y tenían importantes cantidades de dinero en efectivo. En concreto, el escrito fiscal destaca que usando el pseudónimo de 'Marta Sánchez', la conocida como 'Reina de la Coca' ocultaba su identidad para sus compras, entre las que se incluyen más de 50.000 euros en joyas. En una de las viviendas de Cameno y Mora Parra, se encontraron 49 paquetes de droga escondidos en maletas por un valor de 5,8 millones de euros, una pistola con silenciador, 28 teléfonos móviles, "una báscula de precisión y una prensa hidráulica con moldes".
En el momento de su detención, precisa Fiscalía, "Cameno entregó voluntariamente la cantidad de 8.700 euros que tenía ocultos en un fajo de billetes bajo su ropa interior al agente del Cuerpo Nacional Policía" que practicó el arresto.
Para lavar el dinero de la droga, Cameno y su pareja habrían encargado a una persona de confianza que contactara con David García Asenjo, otro de los acusados, quien dispondría de "un entramado financiero y societario" para reintegrar los fondos en el circuito legal. De acuerdo con las conclusiones provisionales, García Asenjo y Guillermo Guadalix recurrieron a Jesús Gil Martín, que contactó a su vez con José Miguel Artiles, director de Bandenia Banca Privada, para que hiciera la transferencia a Panamá del dinero de la organización de Cameno. En las entradas y registros efectuados en los domicilios de los presuntos miembros de la trama, se hallaron grandes cantidades de dinero en metálico y de droga, así como vehículos y relojes de lujo.
La reina de la coca cree en la santería, según desvelaba El País, y tenía en su casa un altar en honor a Obatalá y Xangó, dos de los orishás (dioses) de la santería cubana a los que se encomienda cada que va a recibir un cargamento de coca. Obatalá es el equivalente a Santa Ana en la religión católica; es el padre de la humanidad, dueño del mundo, símbolo de la paz y la pureza. Xangó es Santa Bárbara, espíritu justiciero del fuego, el rayo y el trueno. Para adorarlos, se requiere hacer un ritual con cantos y danzas a ritmo de tambores, y brindarles ofrendas de frutas, flores y plantas, alimentos y bebidas, velas y el sacrificio y la sangre de animales. No solo es la santería una de sus pasiones, también los bolsos de lujo, y la cirugía estética.
El tribunal de la Audiencia Nacional (AN) que juzga a Ana María Cameno, conocida como 'La Reina de la Coca', ha ordenado este lunes la busca y captura de su pareja, José Ramón Mora Parra, por no acudir a la primera sesión del juicio, donde se enfrenta a 21 años de cárcel por presuntos delitos contra la salud pública, blanqueo de capitales y tenencia ilícita de armas. "No hay más remedio que acordar la busca y captura e inmediato ingreso en prisión para asegurar su presencia en juicio", ha dicho el presidente del tribunal, José Antonio Mora, en línea con lo solicitado por el fiscal antidroga Ignacio de Lucas.
La abogada de Mora Parra, que sí estaba presente en la vista oral, se ha disculpado por la ausencia de su cliente al tiempo que ha apuntado que podría deberse a su "alto nivel de toxicomanía". En cualquier caso, el tribunal ha acordado suspender el juicio, señalado únicamente para lunes y martes, hasta las 10.00 horas de mañana debido a otra ausencia, la de un abogado con covid que no ha podido seguir la sesión telemáticamente.
Mora Parra está acusado de los mismos delitos que Cameno, aunque para ella la Fiscalía Antidroga reclama una condena a 25 años de cárcel por vender en 2014 más de 100 kilos de cocaína por unos 15 millones de euros que habría blanqueado a través de transferencias a Panamá. En el banquillo de los acusados se sientan además otros once presuntos miembros de la organización encabezada por Cameno, para quienes el Ministerio Público solicita penas de entre 4 y 13 años de prisión.