En estos momentos, España lidera el ranking por detrás de Reino Unido de países con más contagios por Covid-19 con Barcelona como capital de contagios. Tanto es así que son muchas las comunidades autónomas que inician la marcha atrás en la desescalada, imponiendo medidas más severas trece días después de que las mascarillas dejasen de ser obligatorias en espacios al aire libre. Mala época para una quinta ola que ya parece más real que nunca porque el miedo del turista es libre e ingleses y alemanes son vitales. Y Europa empieza a tener miedo de los datos de España. Las buenas noticias se combinan con los malos augurios.
El Ministerio de Sanidad de Bulgaria recomienda a sus ciudadanos que no vuelen a España debido a su "complicada situación epidémica" y exige presentar un test PCR a quien llegue de este país, sin admitir el certificado de vacunación europeo, según informa hoy en su página web. Esta restricción, que entró ayer en vigor, supone que España es, junto a Chipre, el único país de la Unión Europea a cuyos viajeros se les exige presentar una prueba PCR negativa realizada en las 72 horas anteriores, incluso para quienes están ya vacunados, señalaron hoy a Efe fuentes del Ministerio de Sanidad.
Un día después de que Francia y Portugal desaconsejaran reservar vacaciones en España, este viernes Alemania ha incluido a toda España en la lista de regiones de riesgo por covid, el menor de sus tres niveles de alerta, por el repunte de la incidencia en los últimos días. La inclusión en la lista de regiones de riesgo -al contrario que las calificaciones de "riesgo por alta incidencia" y "riesgo por variante peligrosa"- no tiene repercusiones directas para los turistas alemanes que se encuentren en España o planeen viajar a España en los próximos días.
Uno de los criterios clave para que Alemania considere zona de riesgo una región es que la incidencia acumulada en siete días supere los 50 casos por cada 100.000 habitantes. Hasta ahora estaban consideradas zonas de riesgo Andalucía, Cataluña, Cantabria, Navarra, La Rioja, Euskadi y Ceuta. Baleares y Canarias, los dos principales destinos de los turistas alemanes en España, no estaban consideradas zonas de riesgo. El principal criterio epidemiológico para declarar región de alta incidencia es que este parámetro a siete días supera los 200 casos por cada 100.000 habitantes. Ahí sí que hablaríamos de cuarentenas y el riesgo para el turismo sería evidente. Los viajeros que lleguen a Alemania después de permanecer en una zona de riesgo "simple" como ahora deben presentar una prueba diagnóstica de la COVID-19 negativa a la llegada o un certificado de vacunación. Por eso hay que frenar como sea esta cuarta ola que Alemania señala, ha venido por el oeste de Europa.
Francia, al menos, ha rectificado su recomendación de no viajar a España y dice ahora que el certificado Covid basta para pasar unas vacaciones seguras en nuestro país. Pero el daño a nuestro turismo ya está hecho y la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, lo de ja claro, asegurando que "no hay razón en estos momentos para pedir a nuestro ciudadanos que anulen sus vacaciones".
En sólo un día, ya hay un frenazo en seco de las reservas en los hoteles de la Costa Brava o de Sevilla. El temor a perder otro verano en el sector va en aumento, después de que Alemania nos haya incluido en su lista de zona de riesgo y ahora va a exigir una prueba PCR a la vuelta.
La incertidumbre se cierne sobre el sector y está afectando también al turismo nacional en Benidorm, donde están notando una bajada en las reservas. El aumento de contagio entre los jóvenes empieza a tener consecuencias para el turismo.
La ministra de Hacienda y Portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, considera muy importante preservar la llegada de turistas este verano, a pesar del incremento de la incidencia acumulada del Covid-19, que "no es un hecho aislado que esté ocurriendo sólo en España". Así lo ha afirmado la Portavoz del Ejecutivo después de la reunión de la presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el primer encuentro tras ser reelegida presidenta de la región.
Montero ha señalado que el aumento de contagios también ocurre "en Portugal, Francia, Alemania y en todos los países y entre la población joven en donde se está produciendo ese mayor volumen de circulación del virus". Además, ha hecho un llamamiento para agradecer y reconocer el esfuerzo de los jóvenes y ha insistido en que "no podemos bajar la guardia y tenemos que seguir extremando esta situación". Por último, la Portavoz del Ejecutivo ha asegurado que están trabajando bilateralmente con el resto de gobiernos en "cualquier tipo de preocupación o en algún país que tenga algún tipo de alerta" para ofrecer las aclaraciones que sean necesarias.
Entre julio y septiembre, el Gobierno todavía mantiene la previsión de que lleguen 17 millones de viajeros, un 45% de los que lo hicieron en ese periodo en 2019 y casi tres veces más de los que visitaron España el verano pasado) y que se recupere la mitad del turismo en el ejercicio.
Pablo Casado ha afirmado este viernes que “no es casual” que Francia y Bélgica aconsejen a sus ciudadanos no viajar a nuestro país o que España figure en la "zona roja y naranja de alta incidencia" de la quinta ola. "Eso quiere decir que hay una mala planificación sanitaria y un gran uso propagandístico de todo lo relacionado con la salud. Y eso en mi opinión es muy irresponsable", ha afirmado.
“La variante delta representa un riesgo especial para las economías más expuestas al turismo”, apuntaba este miércoles Axel Botte, estratega global en Ostrum Asset Management, la gestora de activos de Natixis. Y el temor de los hosteleros, que necesitan como agua de mayo a los turistas británicos y alemanes es evidente. La Asociación empresarial hotelera y turística de la Comunitat Valenciana (Hosbec) por ejemplo, indicado que si no llegan los turistas británicos el próximo mes de agosto, los hoteles están "abocados al cierre". Por ello, los hoteleros tienen puestas sus últimas esperanzas de salvar el verano y en que la apertura del mercado británico, prevista para el próximo día 19 sea finalmente efectiva.
La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) pide que se modifiquen los parámetros que se están teniendo en cuenta actualmente para valorar la incidencia de la pandemia, atendiendo al descenso de la afección en los casos de Covid-19 registrados. La patronal destaca que, a pesar del repunte de los contagios anunciado en los últimos días, hay que tener en cuenta que las poblaciones 'diana' están vacunadas y que la afección de los casos actuales es prácticamente inexistente.
De hecho, alega que, según las cifras aportadas por el Ministerio de Sanidad, mientras que la tasa de camas ocupadas en febrero era de un 12%, este indicador desciende hasta tan sólo un 2% de camas ocupadas en el mes de julio de este año. Atendiendo este cambio en los parámetros de monitorización de la pandemia, el presidente de Cehat, Jorge Marichal, destaca que "hay países como Singapur que incluso han dejado de contabilizar los contagios porque no lo consideran útil para medir la incidencia".
Cehat considera por tanto esencial fomentar la vacunación y contar con todos los recursos público-privados posibles. Por ello, la patronal insiste nuevamente en que se considere incluir el "riesgo de exposición" entre los criterios de vacunación y se cuente con la ayuda de las mutuas colaboradoras de la Seguridad Social en el proceso de vacunación.