José Manuel Albares insiste en que la visita del rey a Jordania es "una decisión de la Casa Real" y niega presiones del Gobierno

José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, ha negado presiones por parte del Gobierno para que Felipe VI viaje a Jordania este fin de semana y ha asegurado que ha sido la Casa Real la que ha tomado la decisión de mantener la visita pese a la escalada bélica en la región, con los ataques en Oriente Medio recrudeciéndose.

Era este miércoles cuando Zarzuela anunciaba que finalmente el rey Felipe VI no viajaría acompañado por la reina Letizia y que la visita, –que en un principio iba a prolongarse hasta el lunes–, se acortaría solo al sábado y el domingo dada las situación en la zona, después del ataque con misiles lanzado el martes por Irán contra Israel y de los continuos bombardeos entre el Ejército israelí y el partido milicia-chií libanés Hezbolá.

A ese respecto, José Manuel Albares ha asegurado que el formato y la duración del viaje, tanto la actual como la inicial, "ha sido una decisión de la Casa Real, a la que el Gobierno no ha visto ningún inconveniente cuando se le ha informado".

José Manuel Albares incide en que la decisión de la visita del rey a Jordania es de la Casa Real

En declaraciones a TV3 en una entrevista recogida por Europa Press, el ministro, que acompañará al rey en este desplazamiento como suele ser habitual en sus viajes al extranjero, ha subrayado que la visita a Jordania a invitación del rey Abdalá II estaba prevista por la Casa del Rey, "por supuesto en coordinación con el Gobierno, desde hace mucho tiempo", incluso antes del verano.

Reiterando en ello y negando que el Gobierno esté insistiendo o forzando en que se lleve a cabo este viaje en el contexto actual, Albares ha zanjado la cuestión: "Es un viaje que se produce con toda normalidad", ha dicho, para precisar que desde la Embajada española en Amán se ha trasladado que "hay las condiciones de seguridad" para llevarlo a cabo.

"Todos los países que tienen, como España tiene, una política exterior con identidad propia, basada en unas señas de identidad muy claras" como son "la búsqueda de la paz, la democracia, el respeto de los Derechos Humanos, el hacer avanzar la diplomacia, están viajando a la zona y están en contacto con la zona", ha justificado, incidiendo también en el valor añadido que tiene para la política exterior el contacto entre las dos casas reales.

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