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La princesa Leonor ha sido nombrada este miércoles 3 de julio dama alférez cadete del Ejercito de Tierra de la mano del rey Felipe VI, su padre, en la ceremonia de entrega de Reales Despachos de Empleo en la Academia General Militar. También ha recibido la Gran Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco, tal y como informa Teresa Fernández-Cuesta.
Según ratificó el Consejo de Ministros el pasado martes, el nombramiento como alférez alumna responde al último inciso del artículo 2.2 del Real Decreto 173/2023, de 14 de marzo, que establece que la heredera al trono será nombrada alférez al finalizar el segundo curso en la Academia Militar.
La entrega de Reales Despachos de Empleo en la Academia General Militar ha comenzado a las 11:30 horas y ha tenido lugar en el patio de armas de la Academia en una ceremonia presidida por los reyes Felipe y Letizia y la infanta Sofía. También ha asistido la ministra de Defensa, Margarita Robles.
La primogénita de Felipe VI, que ha vestido el tradicional uniforme militar de color caqui, se incorporó como dama cadete en el curso 2023-2024 iniciando el año académico con los alumnos de primero y, tras la Jura de Bandera, pasó a integrarse con los alumnos de segundo curso.
Esta ceremonia es la despedida de la princesa de Asturias de Zaragoza tras su primer año de formación militar, que proseguirá en la Academia de la Armada de Marín (Pontevedra) a partir de finales del próximo mes de agosto.
También reciben los reales decretos de sus respectivos despachos los tenientes que acaban los cinco años de curso en la Academia General Militar, tanto del Ejército de Tierra como de la Guardia Civil.
La princesa de Asturias ha recibido la Gran Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco, en consonancia con la disposición adicional primera de un segundo real decreto. Este dispone que será el Gobierno, en conformidad con la Casa Real, el que podrá conceder a Leonor las Grandes Cruces del Mérito Militar, del Mérito Naval y del Mérito Aeronáutico con distintivo blanco.
Esta concesión, que también se otorgó al rey Felipe VI una vez finalizó su etapa en la Academia General Militar en julio de 1986, se justifica mediante la necesidad de tener en cuenta el rango institucional, administrativo, académico o profesional de la persona recompensada, como recoge el artículo 34.2 del Real Decreto 1040/2003, de 1 de agosto.
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