Alvise Pérez, el agitador que logra tres escaños en las europeas, es un nuevo fenómeno de la comunicación grandilocuente que arrastra al votante con sus dotes de persuasión y busca su complicidad sobre todo con la expresión verbal y con su mirada en zigzag.
Nos encontramos con un personaje que centra prácticamente todo su discurso en la palabra y el gesto a través de su rostro. Utiliza menos el lenguaje no verbal de las manos, pero sí logra enfatizar los finales de frase cuando quiere llegar al fondo del contenido, cuando quiere matizar. Eleva el tono al final de la frase para buscar el aplauso o el viva del auditorio. Es su estrategia de “calentamiento” del votante a través de los mensajes que elabora.
Alvise capta la atención de los ciudadanos predispuestos a oír sus discursos y convierte al público en votante por su capacidad de persuasión a pesar de que su tono de voz suele ser muy regular habitualmente. Cuando quiere llamar la atención eleva el volumen de voz para despertar a los seguidores.
Da valor y hace comillas invisibles en las palabras más gruesas a modo de toque de atención y con el efecto publicitario que los expertos denominan “puñetazo en el ojo” para que la marca sobresalga sobre el producto. Su capacidad de trabajar la voz queda patente en los cambios de frase, donde deja una breve pausa para centrar la comparecencia.
Su lenguaje verbal consigue el efecto de entrar por el oído de sus adeptos con facilidad para dejar grabadas las palabras más llamativas del discurso. El rostro suele permanecer estático, excepto cuando dirige su mirada a un lado y al otro del espacio escénico. Hay fuerza en la expresión de sus ojos que permanecen con viveza durante el tiempo que está comunicando en público.
Denota en sus expresiones seguir al pie de la letra los consejos de asesores marcando la tendencia en sus redes hacia la atracción popular. Busca siempre claves calientes con titulares que no pasan inadvertidos en sus canales por su experiencia de trabajo en departamento de comunicación de instituciones.
Crea presentaciones en público que son como notas de prensa donde hay una entradilla con fortaleza, un desarrollo temático punto a punto, con frases destacadas, y un cierre efectivo para dejar el público con ganas de seguir. Repite las frases que cree con más impacto para que se fijen como un sello en el auditorio y atrae la atención con las subidas y bajadas del tono de su voz.
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