Hace 30 años, en Informativos Telecinco, les contábamos también que los estudiantes estaban de exámenes finales. No se denominaba 'la EvAU', pero hace tres décadas los nervios entre todos los alumnos se erigían tan protagonistas como ahora. En aquel entonces, descubríamos que muchos tomaban un 'complejo vitamínico' con derivados de la anfetamina que estuvo 35 años permitido en nuestro país. Quizá hoy algunos lo recuerden: el Katovit.
Así lo contábamos un 4 de junio de 1994: “Algunos viven en tiempo de chuletas y anfetas. Así están las cosas”.
Nos referíamos, en efecto, al Katovit, anfetaminas disfrazadas de complejo vitamínico que se compraban en la farmacia sin dificultad, y que se recordaba entonces como la "droga que nos compraba mamá".
“Tirarás por el camino fácil, que es el camino de en medio, anfetas. Pues no, anfetas no”, advertía entonces un médico.
Sanidad las retiró en 2001 reconociendo que se les fue de las manos, tal y como sucede ahora con las bebidas energéticas, baratas y fáciles de conseguir.
Más allá, viajando en el tiempo para retroceder tres décadas atrás, entonces se cumplían también 50 años de aquel 1944 del desembarco de Normandía, aunque para desembarco también el de la ‘Armada Invencible’ del tenis en París: tres españoles estaban en la final de Roland Garros.
“Ha roto todos los pronósticos de los franceses”, señalábamos entonces.
Sergi Bruguera y Alberto Berasategui, dos españoles, se midieron frente a frente en una final irrepetible que se llevaría el primero. Además, en el individual femenino, Arantxa Sánchez Vicario se hacía con el triunfo frente a la francesa Mary Pierce.
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