Desesperación entre los ganaderos españoles que ve como toneladas de lana sucia, recién trasquilada, se pudre en sus almacenes o al aire libre por el colapso del mercado internacional de este producto noble de gran valor. El principal problema es el cierre del mercado chino, tradicional comprador de la lana española, pero ahora el peligro a la viruela ovina ha llevado al gigante asiático a cerrar sus mercados. Informan Blanca Gost y Carmen de las Muelas.
La crisis no es nueva. El mercado de la lana es muy sensible a este tipo de medidas y desde hace dos años la lana española tiene vetado el mercado chino que acapara el 80 porciento de esta fibra textil de origen natural.
En estos momentos, los ganaderos denuncian que el mercado está cerrado para todo el mundo, no solo para los agricultores y comercializadores españoles. En el resto de Europa se vive un problema similar con precios hundidos que no dejan otra opción a los productores que dejar pudrirse este producto ya que tampoco se puede quemar.
Desde 2018 el precio de la lana en los mercados internacionales no ha dejado de hundirse. Si hace cuatro años el kilo de lana se vendía a 2,80 euros, ahora su precio ha bajado hasta los 50 céntimos.
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