El pasado diciembre dos militares murieron durante unas prácticas militares en Cerro Muriano, Córdoba. Al menos, uno de ellos, un soldado de 24 años, llevaba un lastre en su mochila como castigo. El otro fallecido fue un cabo de 34 se tiró al agua para intentar salvar a sus compañeros.
De los 60 militares que formaban parte de el ejercicio de entrenamiento en el lago de Cerro Muriano, Córdoba, una veintena llevaba lastres en sus mochilas, según ha confimado a Europa Press el abogado Luis Romero, que representa a la familia de uno de los soldados fallecidos Carlos León Rico. De hecho, llevaban más una semana con el peso extra como “castigo” por la mala ejecución de un ejercicio durante la instrucción previa.
Con ese peso extra se metieron en el agua el primer grupo de soldados, entre ellos Carlos León, uno de los fallecidos en la maniobra. Los soldados entraron en el agua sin chaleco, para aligerar el peso. Había una cuerda entre dos encinas que hacían de guía y que dividía la superficie de agua, aunque carecían de flotadores o salvavidas a los que agarrarse, ni se daba pie. De hecho, varios soldados quedaron excluidos de las maniobras porque no sabían nadar.
Los mandos militares y el resto de soldados que estaban fuera del agua fueron los primeros en ayudar a quienes estaban en el agua. De hecho, uno de ellos, el cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar, murió salvando a sus compañeros.
A otro soldado que sacaron del agua en parada cardiorrespiratoria le salvó un compañero al hacerles la maniobra de reanimación antes incluso de que llegara la ambulancia. Varios de los soldados que se metieron en el agua a salvar a los compañeros tuvieron que ser atendidos por hipotermia.
Los fallecidos el soldado Carlos León Rico, sevillano de 24 años, que estaba a punto de terminar la instrucción requerida por Defensa para el ingreso en el Ejército de Tierra. Había dejado su carrera de Derecho para incorporarse al Ejército.
El cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar, era natural de Adamuz pero residía en Villafranca, tenía 34 años. Él murió ahogado cuando intentaba socorrer a sus compañeros. Estaba casado y esperando un hijo. Había ingresado en el ejército en 2011 y tenía dos condecoraciones al mérito tras haber participado en las misiones de Líbano y Letonia.
El Ministerio de Defensa apartó al mando poco después de la muerte de los dos militares en Cerro Muriano. Hay abierta una investigación en el Juzgado de Instrucción número 4 de Córdoba.
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