La investigación sobre el fallecimiento de dos militares durante unas pruebas en Cerro Muriano, Córdoba, continúa al tiempo en que siguen apareciendo nuevos detalles sobre las circunstancias en que sobrevino la tragedia. Entre los fallecidos estaba el cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar, quien no dudó a la hora de lanzarse al agua del gélido y fangoso pantano en el que acabaría perdiendo la vida en su intento por socorrer a varios soldados que clamaban ayuda.
Oriundo de la localidad cordobesa de Adamuz y de 34 años, inmediatamente se apresuró para asistir a los miembros de la Brigada Guzmán El Bueno X del Ejército de Tierra, que este jueves se embarcaron en una maniobra de instrucción que resultaría fatal.
Según informa El Español, todo comenzó a primera hora de la mañana del jueves, cuando aún ni siquiera había salido el sol. Fue entonces cuando un nutrido grupo de soldados afrontaba el último día del Período Básico de Instrucción (PBI), un entrenamiento específico militar tras el acceso al Ejército.
Un capitán, ahora retirado del mando por orden del Ministerio de Defensa, que ya investiga paralelamente los hechos, fue el que decidió llevarles en ese momento hasta ese punto para realizar el paso de cursos de agua.
Lo hicieron, al parecer, sin una ambulancia cerca, y también se investiga que ocurrió con la línea de vida, otro elemento necesario de acuerdo a los protocolos de las Fuerzas Armadas para este tipo de ejercicios de riesgo. Se analiza si la había, si se soltaron o qué sucedió exactamente.
En esos momentos, según el testimonio de algunos testigos, las condiciones para realizarlo eran de por sí sumamente complejas. A esa hora, las temperaturas eran de cero grados, la visibilidad era escasa y no había vehículo sanitario cerca ni equipo de rescate; una situación en la que la prueba resultó trágica.
Tan pronto como varios soldados se adentraron en el pantano, que cuenta con zonas de profundidad en las que no se hace pie, varios habrían comenzado a reclamar ayuda temiendo un ahogamiento.
En esa situación, intentaron asistirse unos a otros como pudieron, y la mayoría consiguió salir, pero aún quedaban otros soldados atrapados, algo que no pasó desapercibido para el cabo Andújar.
Arrojándose al agua para intentar salvar a los que quedaban, finalmente ni él ni el soldado Carlos León Rico, de 24 años, --natural de El Viso del Alcor, Sevilla, y quien estaba a punto de terminar oficialmente su periodo de instrucción--, lograron salir con vida del agua.
Tras el hallazgo de sus cadáveres, la autopsia confirmaba recientemente que la causa de la muerte fue el ahogamiento.
Andújar, como informa El Español, iba a ser padre en apenas dos meses. Ahora, entre la consternación y la indignación, la arriesgada maniobra de instrucción está en el punto de mira, con varias investigaciones en paralelo analizando los hechos para depurar responsabilidades y dirimir las acciones pertinentes en consecuencia.
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