El Gobierno de Canarias ha descartado que los pellets localizados este miércoles por los socorristas de la playa de Bajamar, en el municipio tinerfeño de La Laguna, provengan del vertido que afecta a las costas de Galicia, Asturias y Cantabria. Así lo ha avanzado a los medios de comunicación el viceconsejero de Política Territorial, Aguas y Emergencias, Marcos Lorenzo, quien ha comparecido ante los medios de comunicación junto a la Jefa de Servicio de Protección Civil y Atención de Emergencias, Montserrat Román, la consejera de Medio Natural del Cabildo de Tenerife, Blanca Pérez y el catedrático de Química Analítica de la Universidad de La Laguna, Javier Hernández.
El Gobierno canario ha activado el Plateca (Plan Territorial de Emergencias de Protección Civil de la Comunidad Autónoma de Canarias) en situación de prealerta y ha activado a los ayuntamientos y todas las instituciones para coordinar las acciones y el seguimiento en caso de que se localicen más vertidos. El catedrático de la ULL ha señalado que "es físicamente imposible" que los pellets de Bajamar lleguen desde Galicia por más que sí coincidan en que son de color blanco y del mismo material, si bien "están muchísimo más degradados" lo que da a entender que "no son pellets que han sido liberados directamente al océano hace muy poco".
Además ha apuntado que "tienen un brillo, una plasticidad y un color extremadamente diferente al que pueden tener normalmente los plásticos que llevan más tiempo". En esa línea ha dicho que Galicia está a unos 1.600 kilómetros y si se considera la velocidad a la que se mueve el océano, incluso si se pensara que los pellets vienen en línea recta y a una velocidad el doble de la habitual, tardarían mucho tiempo en llegar según los estudios de modelización de las dos universidades canarias y el Instituto Español de Oceanografía.
Hernández sí ha remarcado que esta concentración de pellets en la playa de Bajamar es "anómala" porque es una parte del litoral canario que suele tener escasas concentraciones de microplásticos, según el estudio europeo de tres años realizado en casi medio centenar de playas de la Macaronesia. En general ha señalado que lo que llega a las costas del archipiélago son "fragmentos de plástico con bordes irregulares", pero hasta un 6% son pellets, que arriban a las costas "de forma regular".
En ese sentido, ha asumido que van a seguir llegando a Canarias procedentes de algún vertido de un buque en algún punto del Océano Atlántico por caídas de contenedores, y no ha ocultado que se trata de un "problema medioambiental importante" porque se fragmentarán "y cuanto más fragmentados están, más llegarán, más se dispersarán y más podrán afectar a muchos organismos".
Ha puesto como ejemplo que si un ave lo ingiere se le puede obstruir el tracto gastrointestinal y morir o morir de hambre por una "falsa sensación de saciedad". Lorenzo ha reconocido la "alarma social" que puede generar el hallazo de pellets en las costas canarias pero ha insitido en que "nada tiene que ver" con el vertido de Galicia y que se han activado los protocolos para esclarecer la "incertidumbre" que se pudiera ocasionar. Ha dicho también que "aunque no es bueno" que los pellets estén en las costas de las islas no tienen "impacto directo" en la salud de los ciudadanos.
Román ha comentado que uno de los objetivos de activar el plan era poder determinar el tipo de vertido y el origen del hallazgo en la Laguna, y aunque también se han reportado otros casos en Las Canteras (Gran Canaria) y Lanzarote, por ahora se cree que no son pellets. Blanca Pérez, por su parte, ha aclarado que el vertido se limita por ahora de forma "puntual" a la costa de Bajamar, si bien reconoce que es "anormal" la cantidad que ha aparecido, y van a hacer seguimiento, especialmente, si llega a la playa de Almáciga, en la costa de Anaga, destino habitual de microplásticos. "Por ahora está como siempre", ha agregado.
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