En medio de la polémica por el borrador para la declaración final de la 28 Conferencia de las Partes de Naciones Unidad sobre Cambio Climático (COP28), que no incluye mención alguna a la “eliminación” gradual de los combustibles fósiles y ha desatado las protestas de múltiples organizaciones ecologistas, así como la UE, que lo ha rechazado al considerarlo “claramente insuficiente y no adecuado para abordar el problema”, los negociadores trabajan en una nueva declaración tras las críticas recibidas.
En ese contexto, sobre el que el propio negociador principal de la Unión Europea, Wopke Hoekstra, se ha pronunciado, recordando que “la eliminación gradual de los combustibles fósiles es una de las prioridades de la agenda de la UE", destacando que existe un vínculo directo entre todo ello y el objetivo de "sacar a la Tierra y a las personas del peligro", la cuestión no deja de ser sumamente compleja.
Por un lado, los científicos recalcan que el futuro del planeta pasa inevitablemente por la reducción de los combustibles fósiles, pero por otro para muchos surge la cuestión de hasta qué punto sería posible vivir sin ellos teniendo en cuenta que ahora mismo estamos rodeados de productos, objetos y servicios que los utilizan en su fabricación. Incluso las propias placas solares.
En ese sentido, algunos expertos nos explican cómo habría que cambiar el modelo de producción.
“Estoy hay que cambiarlo ya, de la forma más rápida posible y que sea viable para nuestra sociedad”, señala Pedro Fresco, director de la Asociación de Empresas Renovables AVAESEN.
Es fundamental, recalcan, el uso de nuevas formas de generar energía basadas en tecnologías renovables que, por ejemplo, nos ayuden a mantener la temperatura en casa o cubrir necesidades.
Además, el transporte es otro de los grandes responsables del cambio climático, por lo que destacan que una nueva movilidad es vital, fomentando el transporte público y una reducción en la producción de vehículos y sus emisiones.
Del mismo modo, hay que cambiar el modo de transportar mercancías, dado que más del 80% se basan en combustibles fósiles.
“Consumir menos, consumir más cercano y aquello que necesitamos transportar… podemos hacerlo perfectamente sin combustibles fósiles”, asegura José Luís García, responsable de Energía y Cambio Climático de Greenpeace.
Por otra parte, los omnipresentes plásticos, a base de petróleo, también lastran notablemente el objetivo de no superar el grado y medio de incremento en la temperatura global. La tecnología para todo este cambio existe. “Se puede tener una sociedad que no se base en combustibles fósiles”, insiste Pedro Fresco, pero hay que hacer el esfuerzo de ponerla en práctica.