Pedro Sánchez ha desarrollado su discurso en el debate de investidura durante casi dos horas. Ha anunciado medidas, también ha recordado lo que su gobierno hizo en el pasado, pero sus declaraciones, sobre todo las relacionadas con la Ley de Amnistía, han provocado todo tipo de reacciones entre los diputados y el presidente del Gobierno en funciones ha contestado en muchas ocasiones.
Arrancaba su discurso apuntando que estamos ante una disyuntiva, que España avance o retroceda. En su argumentación, explicaba que hay quienes cree que en tiempos “frenéticos y complejos” es mejor dejar el Gobierno “en manos de líderes autoritarios que decidan solos sin tener que responder a los parlamentos, a las elecciones o a los medios”.
Estas palabras provocaban la reacción inmediata de muchos parlamentarios, que hablaban subiendo el tono de voz y Pedro Sánchez respondía irónico: “No se den por aludidos, señorías”.
El candidato criticaba que la derecha haya “bajado impuestos a las rentas más altas” en lugares como Madrid, Valencia y Extremadura al tiempo que “han reducido el gasto en sanidad” y añadía algo que elevaba el tono en la bancada: “Dejando a miles de niños sin plaza en escuelas infantiles y comedores escolares y duplicando el precio de los billetes y abonos de autobús”, lo que despertaba los abucheos entre los diputados.
Alberto Nuñez Feijóo negaba, el nivel de indignación subía y en la bancada veíamos a Esteban González Pons hacer aspavientos. Una situación ante la que intervenía Armengol diciendo: “Les ruego silencio y que estemos a la altura de las circunstancias. Por favor, compórtense. Si alguien no quiere escuchar la propuestas del candidato es libre de no hacerlo”.
En otro momento de su discurso, Pedro Sánchez decidía reproducir algunas frases formuladas por dirigentes de Vox: “El feminismo es un cáncer, si pudiera lo quitaría de las escuelas y pondría una asignatura de costura porque empodera más coser un botón” (…) “Nosotros no odiamos a las mujeres, en nuestro partido hay mujeres de gran valía, casi tanta como la de los hombres” (…) “Si las mujeres cobran menos es porque así lo deciden ellas y si hay puestos con más hombres es porque los hombres están genéticamente más adaptados”.
La reacción no se hacía esperar entre los aludidos y, ante las voces que se alzaban, el candidato decía: “No hay que reírse de esto, señorías. Estas afirmaciones parecen sacadas de un manual de la sección femenina de la falange franquista”.
Sin duda, las palabras que más voces han levantado han sido las relacionadas con la Ley de Amnistía. El candidato a la investidura hablaba de esta medida como una apuesta para “impulsar la convivencia y el perdón”.
Sus palabras despertaban alguna risa pero él continuaba explicando que esta situación puede abordarse “por la vía de la imposición” por la del “diálogo, el entendimiento y el perdón”.
Además, aseguraba que el Partido Popular “probó una de estas recetas”, criticando el resultado, lo que hacía que el nivel de respuesta aumentara: “En definitiva, creo que la receta del PP condujo al desastre y no conviene ir por ese camino”, decía y obtenía la misma respuesta.
Las risas también aparecían cuando decía que la violencia ha vuelto a las calles y Pedro Sánchez se quejaba: “Todos estaban pendientes de este bloque de mi intervención, pero no paran de hablar”.
Las quejas llegaban de nuevo cuando Sánchez aseguraba que iba a hacer “de la necesidad virtud” y él pedía: “Cálmense, señorías”.
Pedro Sánchez hacía alusiones directas a PP y Vox asegurando que su problema “es que no aceptan el resultado electoral” y decía estar “curado de espanto” por lo que se ha dicho sobre él, lo que provocaba de nuevo la reacción negativa de los aludidos.