El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, se enfrenta este miércoles a la primera jornada de la sesión de investidura para lograr su reelección. Sería la tercera vez que es nombrado presidente del Gobierno, en esta ocasión tras cerrar una mayoría de 179 diputados, incluidos todos los grupos nacionalistas e independentistas de la Cámara.
Sánchez pedirá la confianza de los diputados en una sesión que empezará a las 12 horas en el Hemiciclo de la Cámara Baja, una vez que ha sellado un acuerdo de Gobierno de coalición con Sumar y tras recabar los apoyos de ERC, Junts, Bildu, PNV, BNG y Coalición Canaria, en total 179 diputados, tres por encima de la mayoría absoluta requerida.
Según lo esperado, solo será necesaria la primera votación y, por tanto, será elegido presidente al finalizar la segunda jornada del debate, es decir, el jueves 16 de noviembre por la tarde. Las cuentas del PSOE pasan por lograr esos 179 'síes' frente a los 171 'noes' de PP, Vox y UPN, sin que haya ninguna abstención.
De no lograr la mayoría absoluta, tendría que repetirse la votación 48 horas después de la primera, pero en ese caso solo sería necesaria mayoría simple. Si finalmente sale elegido, sería la primera vez en democracia que un candidato es presidente del Gobierno a pesar de que su formación no haya quedado en primer lugar en las elecciones.
De todos los pactos que ha tenido que sellar con las distintas formaciones para conseguir sus votos favorables, el que ha recibido más reproches de la oposición y el que tendrá más eco en sus intervenciones de este miércoles es la ley de amnistía que beneficiará a unos 300 implicados en el 'procés', entre ellos los principales líderes separatistas.
La semana pasada, el PSOE logró desencallar el acuerdo con Junts, después de que el secretario de Organización de los socialistas, Santos Cerdán, tuviera que pasar cinco días negociando en Bruselas, donde reside el expresidente catalán Carles Puigdemont, huido de la justicia española desde hace seis años y uno de los principales beneficiarios de la medida de gracia.
La sesión de investidura se celebra en medio de fuertes medidas de seguridad --más de 1.600 policías se desplegarán en los alrededores del Congreso-- por las protestas contra la amnistía y los pactos con las fuerzas independentistas que se vienen repitiendo en varias ciudades españolas desde hace más de 10 días.
En cualquier caso, si todo va según lo previsto, este jueves Sánchez será elegido presidente por tercera vez, cinco años después de llegar a La Moncloa por primera vez tras sacar adelante la moción de censura contra el expresidente Mariano Rajoy en 2018. Después, ganó las elecciones en 2019 y sumó los votos de Unidas Podemos a cambio de incluirles en un Gobierno de coalición.
La primera vez que Sánchez se presentó a una investidura fue en marzo de 2016, pero no pudo sacarla adelante porque solo contó con los 131 escaños que sumaba junto a Ciudadanos, presidido entonces por Albert Rivera, y Coalición Canaria.
Ese mismo año el líder del PSOE fue desalojado de la secretaría general de su partido en un Comité Federal que generó una profunda crisis interna, entre los partidarios de permitir un Gobierno del PP y quienes, como Sánchez, se oponían y pedían una nueva convocatoria electoral al grito de 'no es no'.
Contra todo pronóstico, Sánchez ganó las primarias en el PSOE al año siguiente, recuperando la secretaría general y el liderazgo de la oposición. Y desde ahí dio el salto a La Moncloa al encabezar una moción de censura contra el entonces jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy (PP), gracias al apoyo del PNV, que retiró su respaldo a los 'populares' y decantó la balanza del lado socialista.
Esa primera etapa duró un aproximadamente un año, hasta que Sánchez convocó elecciones para abril de 2019, ante la imposibilidad de sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado por falta de apoyos. El PSOE de Sánchez fue el partido más votado y se volvió a presentar a la investidura, pero tampoco logró los votos necesarios, tras fracasar el intento de acuerdo con el Podemos de Pablo Iglesias. Sánchez solo logró el 'sí' de los 123 diputados del PSOE y del único diputado del Partido Regionalista de Cantabria (PRC).
Ante la falta de una mayoría suficiente se volvieron a convocar las urnas en noviembre de 2019. PSOE y Unidas Podemos perdieron escaños pero esta vez sí llegaron a un acuerdo para una coalición y Pedro Sánchez fue elegido presidente gracias a la abstención de ERC y Bildu. Logró 167 votos a favor, 165 en contra y 18 abstenciones.
Ahora se presenta a la investidura con una mayoría más amplia a cambio de concesiones a todos los grupos que le apoyan y con un panorama legislativo muy complicado. Sánchez ha expresado en numerosas ocasiones su intención de completar la legislatura pero necesitará el apoyo de todos los socios de la investidura, que abarcan un amplio espectro ideológico, para dar luz verde a cada votación.
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