Su reacción era de esperar y se ha pronunciado con contundencia. El socialista Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, se ha referido al anunciado pacto de su partido político con Junts y ha cargado contra dicho acuerdo amagando incluso con recurrirlo: “No es ni un aviso ni una amenaza, si hay que ejercer recurso, lo haré”, ha dicho.
En esos términos se ha expresado el líder autonómico para subrayar que no permitirá que se haga “una relectura” de la Constitución española y que tampoco va a tolerar que “alguien” utilice la pluralidad de España para tener privilegios fiscales o financieros.
En esa línea, García-Page, –en el transcurso de una intervención en el acto de inauguración de la nueva resonancia magnética del Hospital Virgen de Altagracia de la localidad ciudadrealeña de Manzanares–, ha lamentado que lo que vio en el pacto es “mucha necesidad”.
Por un lado, ha dicho, “necesidad” de gobernar de un lado y de librarse de la cárcel de otro, y “ninguna virtud”, al tiempo en que ha añadido que en el acuerdo político firmado se recoge “un relato falso”, en el que no figura que el expresident de la Generalitat Carles Puigdemont "es el culpable, no la víctima".
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