Ya es casi una tradición: Pedro Sánchez ha vuelto a ser recibido con abucheos a su llegada al desfile de la Fiesta Nacional. Desde el segundo exacto en el que ha bajado del coche oficial y ha hecho acto de presencia en el madrileño Paseo de la Castellana, cientos de ciudadanos agolpados en los alrededores de la Plaza de Neptuno han reaccionado a la llegada del presidente del Gobierno con una fuerte pitada.
Esta práctica, repetida cada 12 de octubre desde que el líder del PSOE accedió a La Moncloa hace cuatro años, ha contado esta vez con un añadido. A la llegada de los reyes de España y de la princesa Leonor, los curiosos allí presentes han ido más allá y han coreado "Que te vote Txapote".
Un cántico que se hizo popular entre los votantes de la derecha durante estas últimas elecciones generales que la multitud ha mantenido mientras el Jefe de Estado y su familia saludaban tanto a Sánchez como a la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida.
Hace justo un año, la llegada del presidente al desfile trajo polémica más allá de los abucheos. El hecho de que se retrasase e hiciese esperar a los reyes y a la infanta Sofía dentro del vehículo fue motivo de críticas. Muchos opinaron que esta era una estrategia para evitar ser recibido con silbidos. El Gobierno, visto el revuelo generado, explicó que esta tardanza fue provocada por un problema de seguridad. Esta vez la jornada se ha desarrollado con normalidad y Pedro Sánchez ha llegado puntual a la cita.
Una vez terminado el desfile, las pitadas han sido aún mayores. No tanto por el ruido generado por los abucheos si no por el contenido de los cánticos y gritos proferidos contra él. "Sánchez sinvergüenza", "Puigdemont a prisión" o "España es una y no cincuenta y una" son algunas de las palabras que se han escuchado una vez concluido el acto, justo antes de que las autoridades pusiesen rumbo al Palacio Real para la recepción.