Si el año pasado fue la princesa Leonor la gran ausente en el palco real del desfile del Día de la Hispanidad, esta vez le ha tocado el turno a la infanta Sofía. Su estancia en el internado de Gales, el mismo que impidió que su hermana mayor acudiese en la anterior ocasión, es el motivo de peso por el que no puede estar acompañando a su familia este 12 de octubre.
44 días han transcurrido desde que la hija menor de los reyes se 'emancipase' temporalmente de Zarzuela para cursar los dos años de Bachillerato en el UWC Atlantic College. Desde entonces, más allá de las fotos oficiales que Casa Real difundió a su llegada, no se ha filtrado ningún dato ni imagen de su estancia.
A pesar de este 'blindaje', hemos podido desentrañar en qué ha invertido su tiempo la infanta desde que inició un nuevo curso escolar a casi dos mil kilómetros de España.
Apenas habían pasado 24 horas desde que deshizo sus maletas en la habitación compartida en la que duerme cuando el internado organizó una fiesta de bienvenida para ella y los otros cientos de estudiantes que se estrenaban en esta experiencia.
La intención del equipo docente era generar un sentimiento de hermandad entre los novatos para ayudarles a digerir lo que para muchos era su debut fuera de casa. Una estrategia para romper con el shock de las 'primeras veces' de la que también participaron muchos padres, a los que también se dio apoyo para no sufrir el famoso 'síndrome del nido vacío'.
Desde su llegada hasta el 5 de septiembre, día en el que arrancaron de forma oficial las clases, la infanta Sofía tuvo la oportunidad de hacerse con el campus e ir descubriendo las aulas de estudio, las bibliotecas, sus instalaciones deportivas y el resto de salas multiusos de las que dispone este castillo del siglo XII que desde 1962 hace las veces de sede de los Colegios del Mundo Global.
Tras este breve pero intenso proceso de adaptación, la hermana pequeña de la princesa Leonor arrancó su primer año de Bachillerato con un plan de estudios que combina asignaturas más tradicionales como Lengua y Literatura, Adquisición de Lenguas, Individuos y Sociedades, Ciencias, Matemáticas y Artes con un extenso programa extracurricular.
La paz, un futuro sostenible y la iniciativa estudiantil son los cuatro pilares en los que se basa el UWC Atlantic College, que trata de que sus alumnos finalicen su estancia en él habiendo ganado habilidades como la investigación o pudiendo participar de actividades de carácter creativo y artístico, ayudas a la comunidad local o labores de cuidado del medio ambiente.
Fue el 14 de septiembre, de hecho, cuando la infanta Sofía y sus compañeros tuvieron que tomar una importante decisión: la de en qué 'extraescolares' querían invertir su tiempo libre (y ya de paso especializarse) una vez terminado el horario 'oficial'. Hacer activismo digital, robótica o tai chi, desarrollar un modelo de Naciones Unidas, cuidar de los burros del campus, formar parte de una campaña para apoyar a refugiados o estudiar márketing estaban dentro de sus opciones.
Además, en lo que se refiere al ocio más estricto, la infanta Sofía puede probar todo tipo de deportes, una de sus aficiones confesas, o explotar su faceta más artística participando en el coro del internado o apuntándose al club de teatro. Todo sin incumplir una norma básica del centro: que entre semana no estén fuera de la residencia de estudiantes, esa en la que conviven alumnos de diferente sexo, edad y procedencia en pasillos masculinos y femeninos diferenciados, más allá de las 21:30 horas.
Si revisamos el calendario lectivo del internado, del 27 de octubre al 5 de noviembre el curso se paraliza con motivo de lo que ellos llaman el 'October Break'. Una especie de Semana Santa (pero en otoño) que no solo permitirá a la infanta volver a España y reencontrarse con los suyos justo después de los Premios Princesa de Asturias, en los que le será imposible estar.
No se perderá, sin embargo, el 18º cumpleaños de su hermana Leonor. Este día, con motivo de la mayoría de edad de la heredera al trono español, el Congreso de los Diputados albergará un acto solemne en el que la princesa de Asturias jurará la Constitución y dará un salto de gigante en sus responsabilidades dentro de la corona.