Alberto Núñez Feijóo se presenta hoy a la investidura que, previsiblemente, está abocada al fracaso al no contar con los apoyos necesarios salvo que haya algún tránsfuga. Será el primero de los dos días en los que se celebrará el debate de investidura en el Congreso de los Diputados. El artículo 99 de la Constitución establece lo que debe suceder después de que el Rey, previa consulta con los representantes designados por los Grupos políticos con representación parlamentaria, y a través del Presidente del Congreso, proponga un candidato a la Presidencia del Gobierno.
Así, el candidato propuesto -en este caso Feijóo- expondrá ante el Congreso de los Diputados el programa político del Gobierno que pretenda formar y solicitará la confianza de la Cámara. Todo indica que fracasará en el intento mientras Pedro Sánchez ya negocia la investidura aunque no explicará aún las concesiones necesarias para esta porque no es su tiempo. Sí ha considerado Pedro Sánchez que la investidura de Feijóo es una pérdida de tiempo para los españoles. Pedro Sánchez protagonizó dos investiduras fallidas en los últimos siete años, en marzo de 2016 y julio de 2019.
La jornada comenzará a las 12.00 horas con la intervención de la presidenta del Congreso Francina Armengol. Una vez iniciada la sesión, Núñez Feijóo expondrá, sin límite de tiempo, el programa político del Gobierno que pretende constituir. Al finalizar su intervención, se suspenderá la sesión.
Si el Congreso de los Diputados, por el voto de la mayoría absoluta de sus miembros, otorga su confianza a dicho candidato, el Rey le nombrará Presidente. De no alcanzarse dicha mayoría, se someterá la misma propuesta a nueva votación cuarenta y ocho horas después de la anterior, y la confianza se entenderá otorgada si obtuviere la mayoría simple.
Al reanudarse la sesión, ya por la tarde, será el turno del resto de los grupos parlamentarios, que intervendrán por orden de mayor a menor en función de los diputados. El representante de cada grupo tendrá 30 minutos para contestar al candidato en su primera intervención y 10 en la segunda. Después de las intervenciones, el candidato a la presidencia podrá rebatir, también sin límite de tiempo. Cuando hayan intervenido los portavoces de todos los grupos, será el turno del portavoz del grupo al cual pertenece el candidato, en este caso, el del Partido Popular.
Un día después del debate tendrá lugar la votación por parte de los diputados. La fórmula establecida es a viva voz desde el escaño correspondiente y en orden alfabético. Las opciones de voto son: a favor, en contra o la abstención. En la primera votación, el candidato necesitará el apoyo de la mayoría absoluta de la cámara, es decir, de un mínimo de 176 diputados. Si alcanza a la mitad más uno de los apoyos, se considerará que cuenta con el apoyo de la Cámara y será nombrado presidente por parte del Rey.
En caso de no alcanzar los 176 votos afirmativos, 48 horas más tarde de la primera votación se realizaría un segundo debate, con el mismo candidato pero con intervenciones más reducidas: la primera de diez minutos y la segunda de cinco. Para ser elegido presidente en esta segunda votación bastaría con obtener la mayoría simple, es decir, tener más 'síes' que 'noes', aunque no lleguen a la mayoría absoluta. En este caso, las abstenciones no se contabilizarían.
Si la segunda votación tampoco saliera adelante, se abriría una ronda de consultas por parte de Felipe VI, que tendría que proponer a un nuevo candidato a la investidura en este caso Pedro Sánchez. Este tendría como fecha límite para ser investido el 27 de noviembre, 60 días después de la primera votación el 27 de septiembre.
Si el 27 de noviembre se mantiene el bloqueo parlamentario y ningún candidato logra ser investido, el rey tendría que disolver las cortes para iniciar el camino hacia una repetición electoral que se celebraría 47 días después de dicha disolución, según establece el artículo 99 de la Constitución. De este modo, la ciudadanía estaría llamada a las urnas el 14 de enero de 2024.
Con las cortes disueltas y el gobierno en funciones, el mes de diciembre estaría marcado por una precampaña que marcaría el devenir del inicio oficial de la campaña electoral, que se establecería el 5 de enero de 2024, la víspera del Día de Reyes, y terminaría el viernes 12, con el sábado 13 como jornada de reflexión. Al tratarse de una repetición electoral, la campaña duraría solo ocho días, y no las dos semanas habituales.