El exalcalde de Ponferrada (León) Ismael Álvarez, forzado a dimitir tras ser condenado por acoso sexual a su edil de Hacienda, Nevenka Fernández, se exculpa en un libro de memorias que acaba de publicar ("Escrito queda"). El ex político del PP relata su punto de vista sobre el conocido como 'caso Nevenka', contando que todo fue "una conjura" para sacarlo de la política.
El ahora empresario ponferradino, que en 2001 tenía 50 años y su víctima, 26, era un reconocido político, que fue alcalde por el Partido Popular desde 1995 hasta su condena, en 2002, por acoso sexual a su exconcejala Nevenka Fernández.
En la presentación de su libro, Álvarez ha asegurado este caso fue un conflicto entre lo personal y político que dividió a la sociedad local y que, tras más de 20 años, no ha cerrado heridas. Acompañado por el periodista Arcadi Espadas y el abogado que lo defendió en 2001, Luis Rodríguez Ramos, el exregidor ha asegurado que 'Escrito queda' es un signo de libertad" y ha afirmado que tras la sentencia decidió permanecer callado.
"¿Existe un ser humano que considere todo esto justo?", se ha preguntado Álvarez, que ha dicho que en ese momento decidió ponerse a escribir: "Mi salud mental lo necesitaba". "En el libro encontrarán datos de mi inocencia. La verdad no admite discusión, aunque el poder y el dinero son capaces de fabricar una falsa verdad".
El exalcalde popular, reconvertido en empresario, ha contado que se sintió parte de "ese pequeño porcentaje" de "castigados sin razón y sin sentido" por sentencias erróneas, y recuerda que acató el fallo y dimitió, aunque nada lo obligaba. También ha lamentado que le impidieran "reinsentarse".
No se cortó, Ismael Álvarez para acusar a "José Luis Rodríguez Zapatero", que según él, "maniobró para que no volviera a ocupar un cargo público".
"Dos años de trabajo están detrás de este libro que quiero que sea un legado para los ponferradinos, y que le conozcan más allá de Nevenka". A partir de ahora "vamos a intentar ser felices después de tanto despropósito", ha zanjado. Por su parte, Espada ha defendido que la sentencia "solo lleva a la presunción de inocencia de Álvarez" aunque se le condenara.
"Cobardía moral y desidia" considera que fueron los principios que estuvieron detrás de esa sentencia y ha criticado las "ideas desaforadas" de Juan José Millás al escribir el libro sobre el caso Nevenka hace 20 años: "Forma parte de sus delirios cuánticos". De "basura literaria e inmoral" tildó ese libro y "más aún" el documental posterior de Netflix que tildó de "mentira a tres bandas.
A su juicio, el caso Nevenka "es una exposición manifiesta de la plusvalía del testimonio femenino" como se comprueba en la sentencia y fue por lo que condenaron a Álvarez. En más de 300 páginas, Álvarez explica cómo el tribunal que le condenó quebró su presunción de inocencia, y sugiere que detrás de la sentencia hubo una conjura política y mediática cuyos instigadores, a día de hoy, todavía se sirven de su figura para hacer caja, según la sinopsis de la obra.
El 26 de marzo de 2001 la entonces concejala de Ponferrada Nevenka Fernández, de 26 años, se convertía en la primera mujer que rompía el silencio contra el acoso sexual al anunciar una querella criminal contra Álvarez, alcalde por el PP, veintitrés años mayor que ella, viudo y con el que había mantenido una relación sentimental a la que él se negaba a poner punto final.
La denuncia de Nevenka desembocó en la dimisión de Álvarez como regidor tras ser condenado por acoso sexual; ella, la víctima tuvo que irse de España con su nueva pareja para evitar la presión mediática a la que estaba siendo sometida.
Nevenka había mantenido una relación sentimental con Álvarez, pero cuando decidió acabar con ella y él se negó empezaron los problemas y el acoso lo que le sumió en un profunda depresión que derivó en su dimisión, poco después, al ser ninguneada sus labores municipales, según ella misma confesó.
Tras dimitir como concejala y pasar un tiempo apartada del consistorio, decidió hacer público lo que le había sucedido y denunciar al alcalde ante los tribunales, que finalmente condenaron a Álvarez y acabaron con su carrera política.
La Alcaldía en 2019, gobernada por el PSOE, dedicó una rotonda y un mural en la ciudad, donde ocurrió el acoso sexual contra la joven, que comenzaba entonces su carrera política.