Pedro Sánchez no contempla unas nuevas elecciones y asegura que encontrarán "la fórmula de la gobernabilidad"

Pedro Sánchez no contempla ni el bloqueo ni unas nuevas elecciones generales. El líder socialista confía en que, en un escenario que vuelve a obligar al diálogo, la negociación y los pactos, la democracia española "encontrará la fórmula de la gobernabilidad". Así se lo ha trasladado a la cúpula de su partido durante la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal, celebrada justo un día después de los comicios del 23J, de los que Alberto Núñez Feijóo salió vencedor, aunque con un sabor amargo por la imposibilidad del bloque PP-VOX para sumar.

Los partidos nacionalistas vascos y los independentistas catalanes son claves. Sánchez necesita nuevamente al PNV, Bildu y ERC, pero también a Junts. El partido de Carles Puigdemonts podría tener la llave de la investidura con un 'sí' al líder socialista o una abstención, algo que no darán "a cambio de nada".

Desde Waterloo, el propio expresidente de la Generalitat lo ha advertido: "Junts no le debe nada a nadie", dejando clara una estrategia que no va a poner nada fácil cualquier negociación.

Mientras, ante la cúpula de su partido Pedro Sánchez se ha mostrado convencido de que la democracia española encontrará esa vía que haga posible reeditar el Gobierno de coalición, y ha destacado que 11 millones de personas votaron por el "avance" al elegir opciones de izquierda. No en vano, por número de votos, el conjunto que sacó adelante su investidura tras los comicios del 2019, suma más que el bloque PP-VOX, como sus socios se han apresurado a apuntar.

Pedro Sánchez no contempla unas nuevas elecciones

El mensaje del presidente es claro: no contempla una repetición electoral ni tampoco un bloqueo. Confía en reeditar la legislatura y cree en las posibilidades de un nuevo Gobierno, pese a que si consigue los pactos que le mantengan en Moncloa tendrá que mirar hacia otros escollos en el horizonte, como la mayoría absoluta del PP en el Senado, o las propias concesiones pactadas con quienes habiliten la investidura.

Con todo, Pedro Sánchez, recibido entre aplausos y vítores por los suyos, puede volver a hacerlo posible. Aferrándose a su 'manual de la resistencia', confía en ello, y de hecho ha querido transmitir un mensaje de tranquilidad, señalando que ahora el país necesita descansar y tomar vacaciones tras varias convocatorias electorales encadenadas.

Las cuentas del 23J, no obstante, no son fáciles para ningún bloque, con Junts en una posición de poder. Con la pregunta en el aire de qué es lo que sucederá a partir de ahora, las cifras con las que cuentan en la llamada calculadora de los pactos atiende al siguiente reparto de escaños:

  • PP: 136 escaños
  • PSOE: 122
  • Vox: 33
  • Sumar: 31
  • ERC: 7
  • JUNTS: 7
  • EH Bildu: 6
  • EAJ-PNV: 5
  • BNG: 1
  • CCa: 1
  • UPN: 1

Estando la mayoría en 176, inalcanzable, formar el nuevo Gobierno de España pasa necesariamente por la negociación y los pactos entre las distintas fuerzas.

Ante esta situación, Alberto Núñez Feijóo ya sabe que hay votos en contra que ya están definidos y están decididos a invalidarle. En vano, ha continuado reclamando al PSOE que permita el gobierno de la lista más votada. Sus sumas no dan, y el bloque con Vox le vale el rechazo directo de los partidos vascos y los independentistas catalanes. Pese a su significativa remontada respecto a los comicios de 2019, desde el PP son conscientes de sus improbables opciones de llegar a Moncloa en este escenario.

Mientras tanto, Santiago Abascal ha arremetido contra la estrategia del líder gallego, acusándole nuevamente de "vender la piel del oso antes de cazarlo", de rehuir de los debates y "repartirse ministros" y "nombrar" vicepresidentas antes de vencer en las urnas.

En esta situación, PP y VOX suman 169 escaños. Con CCa y UPN podrían llegar a 171. PSOE y Sumar suman 153. Si nuevamente el Gobierno de coalición logra apoyos de ERC, EH Bildu, EAJ-PNV, más BNG, las cifras le dan un 172. Vencerían por un solo punto al bloque del PP-Vox, pero aquí entra en juego Junts. El partido de Carles Puigdemont tendría también la llave de la gobernabilidad. Un ‘sí’ a Pedro Sánchez o una abstención permitirían su investidura si previamente ha conseguido el apoyo del resto de los socios. En ese caso, el ‘sí’ lo desbloquearía todo, mientras la abstención le daría la investidura en la segunda vuelta, en la que a Sánchez le bastarían más síes que noes.

Pese a las dificultades, Sánchez no se rinde. Es más, cree posible hallar "la fórmula de la gobernabilidad".

La investidura no será rápida

Por otro lado, después de la conversación que mantuvo este domingo con el candidato del PP, desde el PSOE alejan la posibilidad de un encuentro inmediato y señalan que ya en septiembre se podrá abordar una posible cita.

De cara a la investidura, en la dirección del PSOE indican que no tienen prisa y están tranquilos, indicando que es Feijóo quien ha hablado de ello. "Nosotros no", apuntan, según recoge Europa Press.

En esa misma línea señalan que el resultado que han arrojado las urnas refleja que este proceso no debe hacerse rápido sino que requiere de mucho análisis previo por parte de todas las formaciones ,que además tendrán que reunir a sus órganos. Así señalan que por ejemplo "tres meses" no sería un periodo largo.

A este respecto desde el Partido Socialista ponen en duda que Feijóo pueda optar a presentarse a la investidura, un encargo que le tendría que hacer el rey Felipe VI después de reunirse con los candidatos de todas las formaciones. Los socialistas consideran que cuenta con un número suficiente de 'noes' que le impiden presentarse a una Sesión de Investidura.

Por otro lado, señalan que que el resultado electoral manda mensajes "a todos" y estos deben analizarse y reflexionarse sin prisa, pero no esconden su satisfacción: "Las expectativas del otro lado no se han cumplido y las nuestras, con creces", señalan.

Sobre ello, en Ferraz subrayan, por ejemplo, que el PSC ha sido la principal fuerza en Cataluña y que además ha logrado más escaños que todas las fuerzas independentistas juntas.

En esta comunidad, donde en 2019 había quedado segundo, el PSC ahora se ha hecho con la victoria, con un total de 19 diputados, siete más que hace cuatro años. Ha recabado 929.034 votos, el 34,81%, casi 14 puntos más que en 2019 y ha ganado en las cuatro provincias. Es su mejor marca desde los 25 que obtuvieron en 2008.

Por el contrario, ERC se desploma y pierde casi la mitad de sus escaños al quedarse en 7, los mismos que Junts que pierde uno. Además la CUP no ha conseguido representación, de modo que la suma del independentismo catalán se queda en 14 diputados, cinco menos que el PSC en solitario. En esta misma línea en Ferraz también subrayan que han sido primera fuerza en Euskadi por número de votos y empatan a cinco escaños cada uno con PNV y Bildu.

El PSOE incide en que hay "una España plural"

Sobre todo ello, la interpretación que hacen en el PSOE del resultado electoral es que demuestra que hay una España "plural" y que no es "monolítica", que ha quedado reflejada en la composición del Congreso. "Eso lo tiene que asumir otro partido que habla como si España fuese otra cosa", advierten.

Más allá, subrayan que las urnas dejan sin validez el discurso de que algunos partidos que sacan representación y son elegidos por los españoles, "no valen" y no se puede pactar con ellos, en referencia a las críticas recibidas por el PSOE por pactar con ERC y Bildu en la última legislatura.

Del mismo modo, piensan que al PP le ha penalizado su acercamiento a Vox y su escoramiento a la derecha. "Nos han dejado el centro libre", sostienen, al tiempo que critican la estrategia de criticar los pactos con Bildu y el 'que te vote Txapote', que ha asimilado al PP y a la formación de Santiago Abascal.