El adelanto electoral para este domingo 23 de julio ha disparado el voto por correo. Miles de ciudadanos han elegido esta opción para poder continuar con sus planes vacacionales y no tener que acudir a los colegios electorales. ¿Cómo funciona el voto por correo?
El servicio de Correos conserva hasta el día de la votación toda la correspondencia dirigida a mesas electorales. En esa jornada, traslada la documentación a las mesas a las 09:00. Correos sigue tramitando toda la documentación electoral que pueda llegar antes de las 20:00 del día de la votación. El servicio lleva un registro de toda la correspondencia recibida, que ponen a disposición de las Juntas Electorales. La correspondencia que llegue después de las 20:00 del 23 de julio se remitirá a la Junta Electoral Central y se destruirá.
Una vez finaliza la votación en las mesas electorales, cada mesa introduce en la urna los votos por correo que hayan llegado. A la hora del escrutinio, el presidente de la mesa abre los sobres de uno en uno y comprueba que el elector ha incluido en su envío el Certificado de Inscripción en el censo y el sobre o los sobres de voto. Tras eso, se comprueba que el elector está inscrito en el censo de la mesa y se introducen el sobre o los sobres en las urnas correspondientes. Por último, se anota al elector en la Lista Numerada de Votantes.
Los intervinientes en el proceso electoral --partidos, miembros de una mesa electoral-- no se hacen cargo directamente de ningún coste de los envíos: el coste lo asume el presupuesto electoral.
Este presupuesto electoral forma parte de los Presupuestos Generales del Estado. Para 2023 y el Gobierno ha destinado 403 millones de euros para sufragar los gastos electorales (divididos en 347,04 millones para gastos administrativos --por ejemplo, la dieta de 70 euros de cada miembro de mesa electoral-- y 56,06 para subvencionar a los partidos los gastos electorales).