Cuarenta días después del 28M muchos gobiernos autonómicos siguen sin formarse pendientes de los pactos PP-Vox. La semana que viene, en el ecuador de la campaña, tendrán lugar las investiduras de los populares Carlos Mazón en Valencia y de María Guardiola en Extremadura con el voto favorable de la extrema derecha a cambio de entrar en los gobiernos. En Aragón las conversaciones avanzan de manera discreta.
La otra cara de la moneda es Murcia convertida muy a su pesar en arma arrojadiza en esta campaña electoral que arranca hoy y que tendrá uno de sus principales hitos en el único cara a cara electoral entre Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez este lunes. Si el candidato popular Fernando López Miras no cede ante Vox irá derecho a una investidura fallida certificada en segunda votación sólo unas horas antes de que se celebra el debate. Una baza que Feijóo jugará fuerte para repeler los mandobles que seguro le propinará Sánchez al grito de la 'alerta antifascista'.
Pedro Sánchez utilizará los pactos de los populares con Vox como gasolina que haga entrar en combustión al electorado de izquierda. Armado con el escudo defensivo que le proporciona Murcia, Alberto Núñez Feijóo presumirá de que ni él ni el PP están dispuestos a gobernar a cualquier precio a pesar de haber cedido en Valencia, Extremadura y en más de un centenar de ayuntamientos. Eso le permite transmitir a sus potenciales votantes dos ideas fundamentales en su estrategia de campaña.
Primero, marcar distancias con el socialista y sus pactos con Bildu bajo el mantra del "yo no soy Sánchez". Y segundo y más importante, movilizar el voto útil en torno a la papeleta azul del PP, verdadera obsesión en Génova, con Murcia convertida en banco de pruebas de lo que puede pasar el 23 de julio si Vox se empeña en seguir bloqueando futuros gobiernos populares incluido uno de Feijóo.
En su entrevista con Piqueras en Informativos Telecinco del miércoles, el líder del PP recordó a Vox que no permitir gobiernos del PP es "prolongar el sanchismo". Según los sondeos internos que manejan, los populares aseguran que existe una fuga de voto de Vox al PP de hasta medio millón de votos. Si analizamos la letra pequeña de la macroencuesta preelectoral del CIS de esta semana el trasvase estaría en torno a los 400.000.
"Ellos sabrán cómo quieren arrancar la campaña. Si Vox no vale para consolidar gobiernos de centro derecha entonces ¿para qué vale Vox?", contestan estos días en Génova cuando se les pregunta por las consecuencias de un escenario de bloqueo y bronca en Murcia, uno de sus feudos tradicionales.
Mientras los cuarteles generales de Ferraz, Génova y Bambú diseñan a marchas forzadas estrategias y arman relatos con Murcia como laboratorio, su presidente Fernando López Miras, afrontaba ayer la primera jornada de su investidura con la espada de Damocles del bloqueo de Vox. Si los de Abascal deciden no abstenerse en la votación de hoy o en la posterior del lunes próximo, Murcia se asoma al abismo de la repetición electoral.
En su discurso de investidura López Miras avisaba a Vox de las consecuencias y le recordaba que sus votantes también comulgan con las ideas del PP. "Creo honestamente que los votantes de Vox se sienten cercanos a lo que representa el PP de la Región de Murcia", subrayaba interpelando directamente a los nueve diputados regionales de la extrema derecha. "No caigan en el fetichismo del sillón ni se refugien en las trincheras de la ideología", insistía endosándoles toda la responsabilidad en caso de adelanto electoral. No son advertencias vanas.
El PP de Murcia maneja encuestas internas que les dan mayoría absoluta en caso de que haya que poner de nuevo urnas en el mes de noviembre. El 28M se quedaron rozando la absoluta y gobiernan en 41 de los 45 municipios de la región. Eso también se lo ha recordado el candidato popular. "Hay que asumir y respetar la voluntad de los ciudadanos", presionaba mientras desgranaba futuras acciones de gobierno que incluyen guiños a Vox como la puesta en marcha de una oficina antiocupación.
López Miras se mostró dispuesto ayer “a alcanzar numerosos acuerdos” con la formación de Abascal pero no a meterles en su Gobierno. Por ahí de momento no pasa. Les ha ofrecido un pacto programático con 88 medidas, les ha cedido la presidencia de tres comisiones de la Asamblea Regional. Ni por esas. Ellos exigen un tercio del Gobierno de Murcia.
Para que López Miras consiga revalidar mandato necesita que Vox con el 18% de los votos se abstenga en la votación del lunes que viene. El partido de extrema derecha no está dispuesto y hacen responsable del bloqueo al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Le acusan “usurpar las competencias” de la Región de Murcia por mero “interés electoralista".
"Votaremos sí que es lo que en principio querríamos para que la región de Murcia echara a andar, o votaremos no si el PP sigue en campaña electoral", recalcaba sin ceder un milímetro el portavoz de Vox, Rubén Martínez Alpañez. El PP tiene 21 escaños, pero necesita contar con 23 votos para la mayoría absoluta necesaria para la investidura.