Feijóo, de Os Peares a Moncloa: "Es el momento de poner a un chaval de aldea en la presidencia del Gobierno"

Alberto Núñez Feijóo inicia una campaña electoral decisiva en su pueblo natal de Os Peares. Arropado por su madre, Sira, su esposa, Eva Cárdenas y su hermana Micaela , y recibido con pancartas que colgaban de los balcones de esta aldea ourensana de apenas 300 habitantes para trasladarle todo su apoyo en su camino hacia La Moncloa.

"Es el momento de un cambio político en España y de la alternancia. Es el momento de que la democracia española pueda poner a un chaval nacido en una aldea en la presidencia del Gobierno. Es mi momento", proclamaba rodeado de un buen puñado de paisanos y muy cerca de la tienda de ultramarinos familiar donde se crio.

Feijóo se ha revindicado como el futuro presidente de la España rural y vacía y ha dedicado su intervención a machacar sobre esa idea. "Sería bueno que un presidente del Gobierno conociese la España rural. No por ir los fines de semana o tener una segunda residencia, sino por haber vivido en ella", martilleaba.

Génova se ha marcado como objetivo hacerse con la casi veintena de escaños que se juegan en las provincias menos pobladas del país. De ahí el valor simbólico de arrancar en esta aldea de una circunscripción pequeña como Ourense.

"Vengo a empeñar mi palabra de que si tengo la confianza de los españoles no les defraudaré", se comprometía intentando remarcar el perfil presidenciable y de hombre corriente que huye de los extremismos sobre el que girará toda su campaña.

"Esté donde esté seguiré estando con los pies en la tierra. Valorando el esfuerzo y la humildad de la gente", remarcando una estrategia que pretende separarle dérmicamente de Pedro Sánchez y también de Santiago Abascal.

El líder del PP ha prometido "empeñando su palabra" un “sistema sostenible” para mantener las pensiones actualizadas, así como una asistencia sanitaria “de calidad”, que los jóvenes puedan ir a cualquier Universidad “con independencia de su renta” y “mejorar infraestructuras”. Todo con la vista puesta en lograr el favor de la España vacía.

Desde el pueblo de los puentes, el lugar donde se juntan el río Miño y el Sil, Alberto Núñez Feijóo subrayaba su intención de eso, de "tender puentes" para conseguir una España "plural y unida".

Feijóo considera a su aldea una especie de talismán que le trae suerte. Aquí ha comenzado todas sus campañas electorales. Las de las cuatro mayorías absolutas de la Xunta de Galicia y ahora la que le podría llevar hasta la ansiada presidencia del Gobierno. Un escenario con el que lleva coqueteando desde sus tiempos como presidente de la Xunta. Hoy, a dos semanas de la noche electoral del 23J, promete volver para "celebrar" el resultado electoral.

"Les aseguro que vamos a celebrarlo", les ha dicho a sus paisanos. Se ve ya de presidente.