El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha presentado hoy el programa electoral con el que concurrirá a las elecciones generales bajo el lema "Un proyecto al servicio de un gran país". 365 medidas "una por día", "concretas" y "evaluables" dicen en un Partido Popular que se ve ganador el próximo 23J. Tanto que el fondo del escenario donde ha realizado su intervención era un foto del Palacio de La Moncloa y sin rastro de las siglas del PP. Una constante en las campañas que protagonizó Feijóo como candidato entonces a la Xunta de Galicia.
Un acto que se ha convertido sobre todo en su carta de presentación como futuro presidente del Gobierno si es que las urnas le son favorables el 23J. Consciente de que lo de alcanzar una mayoría absoluta es casi misión imposible ya ha avanzado que al día siguiente del 23J llamará a Pedro Sánchez y a los barones para que le dejen gobernar.
"Se lo pediré al líder del PSOE sea quien sea y si no, a sus barones para que le convenzan porque algunos sensatos todavía quedan", ha dicho rodeado de representantes del empresariado, asociaciones sindicales y viejas glorias de UCD como Marcelino Oreja o Javier Rupérez. ¿Quiénes son esos barones sensatos a los que se ha referido Feijóo? "Todos a partir del 23J", responden con ironía desde su entorno dando alas a la teoría de una rebelión en Ferraz si se produce una debacle electoral.
En otras muchas medidas Feijóo ha prometido que el primer cese que haga su Gobierno será el del presidente del CIS, José Félix Tezanos, explicará a los españoles "las razones no explicadas" sobre el giro en el Sáhara porque "los españoles tienen derecho a saber".
Feijóo dice que con este programa de gobierno pretende romper la política de Estado y volver a los grandes pactos de Estado y de consenso, en lo que ha definido como un "contrato con los españoles".
“Nuestros compromisos están aquí, escritos, y se entregan a todos los ciudadanos para que juzguen lo que queremos hacer si ellos quieren y que nos juzguen si lo hemos hecho”, decía ante un público muy a favor.
En su intervención, ha prometido un Gobierno "justo" y "sin vendettas" . "Seremos un Gobierno sereno, no vengativo", ha proclamado, para añadir que él no pretende "anular completamente a nadie" y que las "vendettas, el sectarismo y los egos" pretende que se vayan también con Pedro Sánchez. En este sentido ha justificado que ahora no se plantee derogar la reforma laboral como sí mantenía su partido hace sólo unos meses.
Marca así distancias con el PSOE y con el presidente Sánchez pero también ha habido recados a Vox. "La mayoría no se puede dejar secuestrar por la minoría", advertía en plena guerra abierta con la formación de Santiago Abascal por el Gobierno de la Región de Murcia.
En su programa electoral no hay grandes novedades. Las diferentes medidas englobadas en lo que él llama "derogar el sanchismo" las ido desgranando a lo largo de estos meses. A diferencia de ayer ya no habla de derogar la ley del 'sólo sí es sí' pero sí de revisarla.
Sí derogará en cambio la ley de Vivienda, la ley de Memoria democrática y reformará el poder judicial en lo cien primeras días de su hipotético gobierno para "blindar" su independencia. Y uno de sus temas favoritos: el uso del Falcon que será "transparente". Se compromete a que nunca lo utilizará para acudir a actos de partido. (Puede consultar aquí el programa).
Un programa que incluye cinco grandes propósitos: crecer de forma sostenible; cuidar y proteger; regenerar y respetar; servir y liderar e influir, relataba la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, que le ha hecho de telonera a Feijóo en esta presentación. Su figura gana enteros en las quinielas sobre quién será la vicepresidenta en un Gobierno de Alberto Núñez Feijóo. "El PP ofrece un liderazgo sólido y una experiencia contrastada. Nuestro candidato tiene trazabilidad. El hombre del cambio tranquilo", glosaba minutos antes Gamarra sobre su Feijóo.