Si los pactos con Bildu marcaron la campaña de las municipales y autonómicas, ahora son los pactos entre PP y Vox los que dominan el debate a tres semanas de las elecciones generales. ¿Pueden afectar finalmente a una victoria que el PP de Alberto Núñez Feijóo tiene a su alcance? No lo parece, si se sigue aquella máxima del presidente Mitterrand quien dijo que lo primero para ganar unas elecciones es que te voten los tuyos.
Según el sondeo de GAD3 para NIUS, los votantes de Vox aprueban abrumadoramente esos pactos y entre los del PP el rechazo se sitúa en un 17% frente a una aprobación que se mueve entre un 66% y un 71%, según se pregunte por el Gobierno de España o por la Comunidad de Valencia.
Donde sí genera un rechazo rotundo, superior al 90%, es entre los votantes del PSOE y Sumar. Otra cosa es que ese rechazo sirva para movilizar el voto de la izquierda hasta el punto de privar a la derecha de una mayoría parlamentaria. La respuesta la veremos mañana en el sondeo con intención de voto de GAD3 para NIUS.
En vez de dilatar las negociaciones allá donde el PP necesita al partido de Santiago Abascal, todo se ha precipitado en plena campaña para las elecciones generales; una carta con la que pudo contar Pedro Sánchez al decidir su inesperada convocatoria electoral. No se ha hablado de otra cosa en las últimas semanas.
El pacto súbito entre el popular Carlos Mazón y Vox en la Comunidad Valenciana, la disonancia que supuso el plante inicial del PP ante Vox en Extremadura (rectificado por la propia Guardiola en una semana: "Mi palabra no es tan importante como el futuro de los extremeños"), la letra de los pactos con la inclusión de la ‘violencia intrafamiliar’ en vez de violencia de género, la elección de perfiles extremistas de Vox para presidir los parlamentos o la batalla de Vox contra la bandera LGTBI en las instituciones en las que ha entrado por sus acuerdos con el PP han colocado en primer plano el que aparece como inevitable pacto entre PP y Vox si Feijóo quiere convertirse en el próximo presidente del Gobierno.
Según GAD3, el 66% de los votantes del PP y el 91% de los votantes de Vox aprueban los pactos de ambos partidos en la Comunidad Valenciana. La desaprobación de los votantes del PP alcanza el 17%. El rechazo entre los votantes de la izquierda es muy similar, 91% entre los votantes del PSOE y 92% entre los de Sumar. Algo menor, de un 85%, entre los votantes de partidos nacionalistas e independentistas, la mayoría que ha sostenido al Gobierno de coalición de Pedro Sánchez.
¿Y si el pacto entre PP y Vox fuera necesario para gobernar España?, pregunta la encuesta de GAD3. En este caso, aumentan tanto el apoyo en la derecha como el rechazo en la izquierda si se compara con el escenario de la Comunidad Valenciana. El respaldo es algo mayor entre los votantes del PP (de un 71%, cinco puntos más que en el caso de Valencia) y los de Vox (94%, tres puntos más). Y también el rechazo es mayor entre los votantes de la izquierda. Absoluto en el caso de Sumar, un 99% en contra, y altísimo también en el caso de los votantes socialistas (92% en contra).
Estos datos muestran una fuerte polarización, una suerte de espejos invertidos que aparecen cada vez que se toca el asunto. Así un 51% de los votantes del PP (y un 78% de Vox) valora negativamente las críticas de la líder popular extrema María Guardiola a Vox –cuando dijo que nunca tendría en su gobierno consejeros de un partido que no reconoce la violencia machista-, mientras que un 49% de los votantes socialistas y un 73% de Sumar aplaude aquellas palabras de Guardiola.
Un último dato: un futuro gobierno PP-Vox es la cuarta opción de los electores encuestados por GAD3, por detrás de un gobierno en solitario del PP, uno del PSOE con Sumar o uno del PSOE en solitario. Un resultado hasta cierto punto previsible dado el fuerte rechazo que suscita esta combinación entre los votantes de la izquierda.
Tampoco provoca mucho entusiasmo entre los afines a los populares y eso explica que caiga al cuarto puesto en las preferencias. Solo le gustaría a un 11% de los votantes del PP el gobierno con Vox, frente a un 78% de los votantes del partido de Abascal. De hecho, la encuesta muestra que también un 11% de votantes del PP preferirían un gobierno de gran coalición con el PSOE. Pero en política, como en todo, una cosa son las preferencias y otra el peso de la realidad política que imponen los números.