Ni coreografía ni el consabido "ha venido a divertirse al Hormiguero". Alberto Núñez Feijóo ha acudido al plató de Pablo Motos con la presión del récord de audiencia batido por Pedro Sánchez el día anterior. El líder del PP también se vio la entrevista así que cuando el conductor del programa le preguntó qué era el sanchismo respondió del tirón. "Sánchez dijo que era maldad, mentira y manipulación. Yo estoy de acuerdo para qué vamos a discutir", proclamaba ante un público que le ha recibido al grito de "¡Presidente!". y una fuerte ovación
Con americana y camisa blanca con dos botones desabrochados Feijóo se ha presentado ante los espectadores como un "tío" de 61 años que afirma "no aparentar", de pueblo y con la "trazabilidad" de llevar desde los 29 años gestionando la cosa pública. "Si los españoles quieren seré el primer presidente que nació en la España rural", ha soltado nada más comenzar la entrevista buscando a uno de los electorados más movilizados y por el que compite con Vox.
Los pactos pasados, presentes y futuros con la formación de Santiago Abascal han estado muy presentes. La madre de todas la preguntas "¿Abascal va a ser su vicepresidente de Gobierno?" ha sido despejada con un anuncio a medias. Tendrá una vicepresidenta mujer y un ministro de economía que son "muy buenos" pero ni una sola pista de sobre sus nombres a pesar de que ya está decidido. Eso no invalida la opción de que el líder de Vox también pueda ser vicepresidente en su Ejecutivo si las urnas no le son tan favorables como desearía el próximo 23 de julio.
Abascal ya se había postulado para el cargo este mismo miércoles. Un amargo cáliz que ha desechado aferrándose al comodín del voto útil. "Si me votan lo suficiente les garantizo que el Gobiernos será del PP en exclusiva", afirmaba sin apartarse ni un milímetro de la senda trazada. Reclamar en 'prime time' agrupar el voto en torno a su papeleta para que sea posible el "cambio" en España.
Solventado lo de Abascal vicepresidente, tocaba resolver qué pasará con la lucha contra la violencia machista que en los pactos suscritos con Vox en ayuntamientos y comunidades autónomas ha sido reemplazada por el término "violencia intrafamiliar" y con las área de Igualdad, las primeras en caer en virtud de esos acuerdos. Después de haber asegurado hace unas semanas que era partidario de eliminar el ministerio de Igualdad, Feijóo dice ahora que dependerá directamente de él. De presidencia del Gobierno. Eso mientras se compromete a meter tijera y cargarse "seis o siete" carteras ministeriales.
Luego ha dejado claro que la violencia machista y el Estado de las autonomías son sus líneas rojas en la negociación necesaria con Vox. No piensa traspasarlas porque la Constitución, las libertades y los derechos fundamentales "no son negociables". Aun así ha presentado el acuerdo que mete a los de Abascal en el Gobierno de Valencia como inevitable mientras admitía que en Extremadura su candidata María Guardiola "a lo mejor reaccionó de una forma inadecuada".
"Yo no soy Pedro Sánchez. El tiempo que me queda voy a seguir trabajando por mi país", aseveraba entre los aplausos de un público muy a favor del gallego.
En el Día del Orgullo Gay y en plena polémica por el enredo con la bandera arcoíris, Feijóo ha asegurado que los derechos del colectivo LGTBI "son sagrados". Eso no le ha impedido volver a anunciar que derogará la actual Ley Trans si llega a La Moncloa.
Alberto Núñez Feijóo ha confesado que lo que más le divierte es jugar con su hijo Alberto de seis años aunque le toque pelear (literalmente) con él. "Me salta encima y hace daño. Hay veces que le meto pellizcos para que pare", contaba.
La otra gran revelación es que mantiene una relación muy estrecha con el cantante Julio Iglesias. Es un gran fan y un buen amigo con el que ha discutido cómo afrontar el momento 'hormigas'. Le gustan todas sus canciones y habla muy a menudo con él. La última vez hace tres días. El cantante le cuenta que está muy preocupado por la unidad de España y le urge a que arregle el problema del agua. Él a cambio le ha pedido que le haga uno de sus famosos memes. Uno que diga "Vas a ganar y España lo sabe".
Esta campaña electoral atípica se juega en buena parte en los platós de televisión y eso Feijóo también lo sabe. Con sus lapsus y sus promesas electorales incluidas. Como lo de decir que un kilo de naranjas cuesta doce céntimos, “tres céntimos más barato que la bolsa” para divertimento de las redes sociales, y a continuación volver a prometer bajar impuestos. El IRPF a los que cobren menos de 40.000 euros y eliminar el impuesto a los ricos implantado por el Gobierno de Pedro Sánchez.