El Partido Popular sigue sin encontrar la tecla para salir del lío de los pactos con Vox en las distintas comunidades autónomas y que interpela directamente a su líder Alberto Núñez Feijóo sobre lo que hará él si tras las elecciones del 23J necesita a Santiago Abascal para poder gobernar. Feijóo sigue optando por obviar ese escenario que reflejan todas las encuestas y prefiere aferrarse al voto útil. Hoy desde la sede del Gobierno de Madrid ha reclamado a los españoles que "le den un mandato" para no tener que lidiar con Vox en La Moncloa.
"Le pido a todos los españoles que quieran cambiar al sanchismo, al populismo y al independentismo que me den un mandato. No les voy a defraudar. Ese es mi modelo conocido en todo el territorio nacional", ha dicho apelando a sus cuatro mayorías absolutas en Galicia.
Feijóo que ha asistido a la toma de posesión de Isabel Díaz Ayuso como presidenta de la Comunidad de Madrid en lo que es su tercer mandato, ha puesto a la lideresa como ejemplo de lo que él desea para la noche electoral del 23 de julio. "Un Gobierno sólido, fuerte y que sólo obedece al mandato de las urnas". Un deseo que hoy parece complicado de materializarse con Vox exigiendo sillones y la entrada en los Gobiernos de Extremadura, Aragón, Baleares y Murcia. Los de Abascal han colocado al PP de Feijóo ante el espejo de sus contradicciones pero el gallego hoy prefería hacer balance de la situación.
"Por hacer el cuento fácil. De nueve comunidades autónomas estamos gobernando en cinco. En una probablemente gobernaremos con Vox (Valencia). En dos estamos negociando (Aragón y Baleares) y en otra tenemos una profunda discrepancia que es Extremadura. Esto es lo que hay. Vale la pena que cada uno saque sus conclusiones en función de los hechos", recitaba el líder popular. Unas palabras que han escuchado los aludidos: el valenciano Carlos Mázón y la extremeña María Guardiola que también han acudido a la Real Casa de Correos para asistir a la toma de posesión de Ayuso.
Llamativo que en hasta en un par de ocasiones no haya dado por cerrado del todo el pacto con Vox en Valencia y se haya quedado en un "probablemente" gobernaremos con Vox.
En el seno del Partido Popular hay mucho mar de fondo entre los barones molestos con Valencia por subir el precio de los acuerdos y con Extremadura por dejarles en mal lugar por no tragar con los postulados de Vox. También hay dirigentes del partido más a la derecha incómodos con la postura de la extremeña María Guardiola. Una que consiente en decirlo públicamente es Esperanza Aguirre. La expresidenta de Madrid ha cargado contra ella hoy mismo. "No sé que pretende hacer", le ha espetado.