En la nueva estrategia ideada por el PSOE para movilizar el máximo número de votantes en la campaña del 23J, Pedro Sánchez ha comenzado este lunes su gira por varios medios de comunicación a los que no acudía desde hace años. En una entrevista en Onda Cero con Carlos Alsina, el presidente del Gobierno se ha defendido de las acusaciones de "gobernar" con Bildu. "No es cierto", ha proclamado Sánchez que argumenta que no hay ministros de Bildu en su gabinete ni tampoco un acuerdo de legislatura con la formación abertzale más allá de "acuerdos puntuales sobre leyes concretas" en la dinámica parlamentaria. "No hemos gobernado con Bildu, ni hay ministros ni acuerdo de legislatura", ha repetido en varias ocasiones.
Es más, el jefe del Ejecutivo pone un ejemplo. Según sus cuentas, el PP ha ayudado al Gobierno a convalidar en el Congreso 51 decretos leyes frente a 48 votos favorables de Bildu. "¿Eso significa que gobierno con el PP?", se ha preguntado el presidente que subraya que ha coincidido más veces con los populares que con la formación liderada por Otegi.
En ese contexto se ha desmarcado de las palabras del delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, que la semana pasada aseguró que Bildu había contribuido a salvar más vidas que el PP. Para Sánchez, el delegado "se equivocó" aunque ha pedido no elevar a categoría esas palabras que no comparte.
Respecto a Cataluña, el presidente ha admitido que ha "cambiado de opinión" para favorecer la convivencia en ese territorio. "Cambios de posición política en temas de Estado", ha dicho Sánchez que ha reivindicado su decisión de indultar a los presos independentistas porque la política, ha afirmado, "está para aportar soluciones". Como ha hecho en otras ocasiones ha señalado que Cataluña ya no figura entre las principales preocupaciones de los españoles como en 2019. Para él, su apuesta política en esa comunidad es uno de los "principales activos" de su acción de Gobierno. En ese sentido, ha destacado que la primera fuerza es ahora el PSC, un partido constitucionalista.
"He tratado de siempre de cumplir mi palabra, he tenido cambios de opinión, sin duda porque he tenido que tomar decisiones muy difíciles", ha enfatizado Sánchez que ha restado importancia a que el PP haya permitido con sus votos que Jaume Collboni sea el nuevo alcalde de Barcelona. Ha recordado que hace cuatro años el que era candidato de Ciudadanos, Manuel Valls, hizo lo mismo para evitar que la alcaldía cayese en manos independentistas. Ha puesto en duda que Feijóo se convierta en "un hombre de Estado" por esa decisión y ha señalado que el PSOE también ha permitido que en Pamplona gobierne UPN al no apoyar a Bildu.
Sobre la gestión de Irene Montero como ministra de Igualdad, ha evitado decir si se siente orgulloso de su labor, ha admitido tener "discrepancias públicas y notorias" por la ley del 'solo sí es sí'. Afirma que él reconoció el error que estaba produciendo su aplicación y ha justificado la tardanza en el cambio de la ley porque intentó "persuadir del error" a la ministra de Podemos primando la "estabilidad institucional y política". "Después de intentar por todos los medios persuadir a la ministra y ante la imposibilidad e hacerlo", ha confesado Sánchez dio la orden al grupo parlamentario socialista de emprender la reforma.
En materia de igualdad ha admitido también que se ha producido un retroceso en el "feminismo integrador" por algunos discursos que se han planteado desde la confrontación y han provocado la incomodidad en algunos sectores. Dice el presidente que él tiene "amigos que se han sentido en algunas ocasiones incómodos con algunos discursos", en referencia a la línea seguida por Podemos. Aún así, cree que ha habido avances en materia feminista porque todas las políticas del Gobierno, desde la subida del salario mínimo interprofesional hasta la reforma laboral o la subida de las pensiones, han beneficiado especialmente a las mujeres.
Sánchez considera que hay dos palabras que definen la labor del PP y Vox en este mandato, "bloqueo y deslealtad institucional". Ha vuelto a acusar a esos dos partidos de trumpismo aludiendo a que el PP lleva cinco años incumpliendo sus obligaciones constitucionales al negarse a renovar el CGPJ, que algunos de sus dirigentes habían puesto en cuestión los resultados del 28M antes de la cita con las urnas acusándole de "pucherazo" y han tratado de "deshumanizar" al adversario político presentándole como un "bolivariano, egoísta, soberbio y sin sentimientos".
Ha vuelto a retar al líder popular a debatir con él, "mañana mismo", ha planteado las elecciones del 23 de julio como la disyuntiva "Sánchez o Feijóo". Cuestiona el lema que plantea el PP de "O Sánchez o España": "Es una coña, ¿no?". En ese punto ha denunciado que los dos partidos de la derecha solo tienen una propuesta para España, "derogar el sanchismo". Ha señalado que él sale a ganar las elecciones y ha planteado que solo hay dos gobiernos posibles, uno ala derecha con PP y Vox donde "solo sabemos que su vicepresidente es Abascal", y uno a la izquierda con el PSOE y Sumar. "Más peligroso que Vox es ver al PP que asume las políticas de Vox", ha enfatizado.
Respecto a que gobierne tras las generales la lista más votada ha acusado a Feijóo de "cinismo" y acusa al presidente del PP de no respetar esa máxima en los ayuntamientos y las comunidades autónomas tras el 28M. Sánchez ha incidido en que el PSOE ha perdido poder institucional porque el PP ha pactado con la ultraderecha.
El presidente, que ha defendido durante toda la entrevista su gestión, ha reivindicado que "en la hoja de servicios del Gobierno se puede poner notable", en un contexto de extrema dificultad por la pandemia y la guerra de Ucrania. Preguntado sobre si se considera una persona fiable, Sánchez ha respondido: "He tratado de cumplir con mi palabra y como hombre sincero trato de serlo".
En cuanto a cómo le gustaría ser recordado, Sánchez ha destacado que su Ejecutivo ha tratado de gobernar "dando la cara, con aciertos y con errores, y afrontando los desafíos de manera solidaria".