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"Geometría variable" aplicada con pulso de cirujano. Así afronta el Partido Popular los pactos con Vox en los distintos territorios. Con velocidad de crucero en Valencia y amenaza de repetición electoral en la Región de Murcia. Entre medias a los negociadores de ambas formaciones les quedan por cerrar acuerdos en Extremadura, Aragón y Baleares. Pero antes queda por delante cerrar más de un centenar de alcaldías.
En 24 horas conoceremos el alcance de las alianzas entre PP y Vox en los municipios. El sábado se constituyen los ayuntamientos y el artículo 196 de la Ley del Régimen Electoral General establece que será alcalde quien en primera votación alcance la mayoría absoluta. Cuando no hay mayoría absoluta de concejales cuentan los votos y se hace con el bastón de mando quien tiene mayor número de sufragios. Eso significa que en ciudades como Valencia, Sevilla, Albacete, Ciudad Real o Palma de Mallorca el Partido Popular podrá gobernar sin la hipoteca de la extrema derecha porque es la lista más votada. Sin embargo hay municipios en los que el PP no ha ganado las elecciones pero sí estaría en condiciones de desplazar a la izquierda porque suma con los de Abascal..
El secretario general de Vox, Ignacio Garriga, ha cifrado en 135 los ayuntamientos en los que el PP necesita de sus votos para gobernar. Ya se han cerrado acuerdos en 4 capitales de provincia: Burgos, Valladolid (desplazando al socialista Óscar Puente), Toledo y Guadalajara. Si hubiese prosperado la intentona del socialista Emiliano García-Page de que gobernara la lista más votada tomándole la palabra a Feijóo los socialistas habrían recuperado ambas capitales manchegas.
También hay acuerdo en las localidades de Alcudia, Calviá o Marratxí en Mallorca; Talavera de la Reina y Tomelloso en Castilla-La Mancha; en Elche y Crevillent en Alicante; la localidad granadina de Maracena, Burgo de Osma (Soria), Tineo (Asturias), Daroca (Zaragoza), Santa Cruz de Bezana (Cantabria) y Níjar (Almería).
En la Comunidad de Madrid ya hay acuerdo en Villaviciosa de Odón y se está negociando contrarreloj en Alcalá de Henares, tercer municipio por número de habitantes de la región. Los populares también han ofrecido a Vox entrar en los ayuntamientos de Móstoles y Arganda del Rey para apuntalar sus mayorías aunque en principio no les necesitan para hacerse con el bastón de mando porque el PP allí es la lista más votada.
Tras el encontronazo en Murcia quedan en el aire 16 alcaldías incluida Molina de Segura, el cuarto municipio en población de la Región de Murcia y donde ya habían alcanzado un acuerdo y ahora ya no está tan claro.
En paralelo a la negociación en los ayuntamientos, PP y Vox se tienen que poner de acuerdo en las comunidades autónomas de Extremadura, Aragón, Murcia y Baleares. En Valencia ya se ha cerrado un pacto de Gobierno. Unas conversaciones que Génova plantea de forma muy distinta dependiendo del grado de necesidad que tengan de los votos de Vox. "Tenemos que negociar cada acuerdo de manera individual. En Murcia estamos a dos de la absoluta. En Valencia tenemos algo más del doble de los diputados de Vox. En Extremadura tenemos seis veces más. Hay sitios que exigen el sí de Vox y en otros valdría con la abstención de Vox", explican a NIUS desde el entorno de Alberto Núñez Feijóo. A 38 días de las elecciones generales del 23 de julio esta es la radiografía de cómo avanzan, o no, los pactos PP-Vox.
Tras alcanzar a la velocidad del rayo este martes un acuerdo con la formación de Santiago Abascal en Valencia, los populares meten a la extrema derecha en el Gobierno de la Generalitat Valenciana con el aval de Feijóo. Siete consejerías para el PP y 3 para Vox. Los de Abascal se hacen con la vicepresidencia y la cartera de Cultura con el torero Vicente Barrera al frente, además de Justicia y agricultura y consigue que el Partido Popular trague con buena parte de la agenda ideológica de Vox. Los populares aprietan el acelerador para hacer a Carlos Mazón president de la Generalitat Valenciana antes del 23J.
Después del pacto exprés en Valencia Vox "se vino arriba" y exige aplicar la misma regla en todas partes: entrar en los gobiernos y la presidencia de las asambleas de los parlamentos regionales. En Murcia el popular Fernando López Miras les ha parado los pies a la primera de cambio dejándoles fuera de la mesa de la Asamblea. Vox montó en cólera y amenaza con repetir elecciones. La negociación que de primeras parecía más sencilla porque el PP sólo necesita dos abstenciones de los de Abascal se ha complicado extraordinariamente. López Miras advierte que "no es razonable" bloquear pero la extrema derecha sigue adelante con el órdago mientras avisa que están en juego hasta 16 ayuntamientos de la región. Entre otros el de Molina de Segura, el cuarto municipio en población de la Región de Murcia y donde ya habían alcanzado un acuerdo.
El candidato del PP, Jorge Azcón, no quiere a Vox en su futuro Gobierno y sólo le ofrece un acuerdo programático. Necesita seis votos para alcanzar la mayoría absoluta. Azcón se está trabajando a los partidos regionalistas pero sólo con ellos no le alcanza. Precisaría de la abstención de Vox para poder gobernar en solitario. La extrema derecha no se sale del camino trazado desde Madrid y exigen la presidencia de las Cortes de Aragón pero el PP ofrece la secretaría primera con lo que también aquí las negociaciones se complican.
La candidata popular, María Guardiola, insiste en que no quiere a Vox en su Gobierno, pero necesita sus votos para la investidura. Es la que lo tiene más difícil. Perdió las elecciones por un puñado de votos aunque empató a escaños con el socialista Guillermo Fernández Vara y su dependencia de los de Abascal es total. Espera un acuerdo con Vox antes de las elecciones del 23 de julio aunque sigue sin aclarar si claudicará y los meterá en su Gobierno.
El PP se niega en redondo a que Vox entre el Govern Balear y ya le ha avisado de que esto una cuestión "innegociable". El miércoles se reunieron con los de Abascal y constaron sus diferencias hasta el punto de plantarse retrasar la constitución del Parlament prevista en principio para el 20 de junio. A Marga Prohens le bastaría con la abstención de Vox para convertirse en la nueva presidenta del Gobierno de las Illes Balears.