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Ada Colau ha recibido una negativa del PSC da su propuesta de dividir la alcaldía por años entre Ernest Maragall, de ERC; Jaume Collboni, del PSC; y ella. Se trataría de un tripartito en el que Maragall, que sería alcalde durante un año; después ella, durante un año y medio; y por último, también durante año y medio, Collboni. Entre los tres sumarían 24 ediles y se harían con el Gobierno de la Ciudad Condal, donde la lista más votada ha sido la de Xavier Trias, el candidato de Junts, que con 11 concejales, está muy lejos de la mayoría absoluta de 21. Colau ha planteado esa solución en un intento de convencer a los partidos de la izquierda para ir de la mano, pero no ha prosperado.
La propuesta de Ada Colau es mucho más frecuente de lo que puede parecer y ha tenido resultados desiguales allá donde se llevó a cabo en 2019. En algunas capitales de provincia, como Badajoz, el reparto entre PP y Cs, dos años cada uno, ha acabado con el que fuera alcalde naranja, reeditando el mandato, aunque esta vez en nombre del PP. En otros sitios, como Granada el resultado ha sido tan nefasto, que populares y naranjas provocaron una gran crisis que terminó con dimisiones varias y el PSOE gobernando gracias al giro del alcalde de Cs, que tras enfrentarse a su socio del PP, abandonó el cargo y dio su apoyo al socialista Francisco Cuenca.
Se trata de asegurar mayorías absolutas, o al menos holgadas, para establecer gobiernos de coalición, con un ingrediente añadido al habitual reparto de consejerías. En los últimos días se han conocido varios acuerdos de ese tipo. En Jaén, el PSOE ha ofrecido la alcaldía durante un año a Jaén Merece Más. En Denia, Alicante, el Partido Socialista ostentará tres años la alcaldía, que pasará a manos de Compromís para el último año de la legislatura. En ese caso, el PSPV fue el más votado, pero sin mayoría absoluta, así que el pacto le vale para tener un Gobierno estable. En Turis, Valencia, el PP y el Partido Independiente, han llegado a un acuerdo que divide la alcaldía en dos tandas, los primeros dos años serán para el Partido Independiente de Turis y los dos siguientes para el Partido Popular.
En Mora la Nova, en Tarragona, el acuerdo es entre los socialistas catalanes y ERC; y en Montblanc, también en Tarragona, el reparto se hará entre PSC y Junts. Son acuerdos que a priori parecen salomónicos, pero que han dejado mal sabor de boca en algunos lugares, que no en todos.
El casi desaparecido Cs utilizó este tipo de acuerdo en al menos tres capitales de provincia. En Albacete y Ciudad Real lo hizo con el PSOE. En Badajoz, con el PP. La alcaldía pacense estuvo durante dos años en manos del popular Francisco Javier Fragoso; y la segunda parte de la legislatura tuvo como alcalde a Ignacio Gragera, de la formación naranja. Tras las elecciones del 28 de mayo, Gragera repetirá como alcalde, esta vez con mayoría absoluta, y representando a las siglas del PP.
El cambio de partido ocurrió en diciembre con acusaciones de transfuguismo para Gragera, que las rechazó alegando que lo único que cambiaba era su situación personal, pero que seguiría defendiendo el mismo programa que en 2019, del que surgió el acuerdo de Gobierno. Desde mediados de diciembre, se mantuvo en el sillón de alcalde pero como concejal no adscrito, porque había abandonado Cs.
Como candidato del PP, Ignacio Gragera consiguió 14 de las 25 concejalías posibles. La candidatura de su antiguo partido, casi totalmente nueva, no obtuvo ningún edil.
La crisis de Cs también dejó tocada la alcaldía de Albacete. Los dos primeros años fueron de los naranjas, pero el cambio de vara de mando coincidió con una crisis interna de Ciudadanos y cuando el PSOE cogió la Alcaldía, se encontró gobernando en minoría porque una de las ediles del partido de Arrimadas, había abandonado su grupo para ser concejala no adscrita. En 2023, el PP ha ganado sin mayoría absoluta, aunque un acuerdo con Vox le permitirá gobernar en la ciudad.
En cuanto a Ciudad Real, en la última legislatura hubo dos alcaldesas, una del PSOE y otra de Cs. Las urnas no han premiado esa gestión. El PSOE, ha pasado de primera a segunda fuerza, con nueve ediles y Cs se ha quedado con uno solo. El acuerdo no se puede reeditar, porque el PP tiene 11, más que la suma de PSOE y Cs y además está Vox con cuatro concejales.
Pero si hay un ejemplo de crisis absoluta tras un acuerdo así, es Granada, donde ni siquiera está claro que existiera el pacto. En las elecciones de 2019, el PSOE ganó en las urnas con diez concejales. Pero PP y Cs sumaron sus nueve y dos, respectivamente, y se hicieron con el Gobierno de la ciudad.
Desde el principio, se barajó la posibilidad de repartirse la alcaldía por turnos, pero a la hora de la investidura, no apareció ningún documento que lo acreditara.
Luis Salvador, de Cs, se convirtió en primer edil siendo la tercera fuerza con cuatro concejales y gobernando con el PP, que tenía siete. Lo consiguieron gracias al apoyo de Vox.
Los problemas llegaron en 2021. El que había sido candidato del PP, Sebastián Pérez, aseguró que había llegado a un acuerdo con Salvador y que le tocaba asumir el mandato. Pero se encontró con la negativa de Salvador e incluso con la de su grupo, tanto en el Ayuntamiento como en el Gobierno de Andalucía de Juanma Moreno.
Sebastián Pérez pasó a ser concejal no adscrito, pero a Salvador no le fue mejor, y se quedó durante un mes con el apoyo de un solo concejal. Finalmente dimitió y el Pleno del Ayuntamiento de Granada afrontó la segunda elección de alcalde en dos años. Salvador en esa ocasión apoyó al candidato socialista Luis Cuenca, que recuperó una alcaldía que ya había ostentado.
Según fuentes socialistas, levantar aquello fue muy "difícil", porque el acuerdo había sido un "desastre", con concejales de distintos grupos que "no se hablaban" casi desde el principio, por ejemplo el de Economía, que era popular; y el de Hacienda; que era de Cs.
Esas fuentes aseguran que durante esos dos años no se gobernó, y que a Cuenca le tocó recomponer los añicos. Las urnas del 28 de mayo no le han dado la confianza de los granadinos, aunque está vez no habrá experimentos. El PP ha ganado por mayoría absoluta.
En Barcelona, las elecciones de 2023 las ganó el candidato de Junts Xavier Trias, aunque muy alejado de la mayoría absoluta.
Para Ada Colau, lo lógico es un acuerdo de fuerzas progresistas y por eso ha propuesto un tripartito con rotación de alcaldía: un año para Maragall, el que menos concejales consiguió; año y medio para ella, con sus nueve concejales; y otro año y medio para Collboni, que con diez concejales tendría la supuesta ventaja de llegar a las próximas elecciones como alcalde.
El candidato socialista ya le ha dicho que no, y el de ERC no da por firme la propuesta que no ha llegado por escrito, así que está por ver qué ocurre el sábado, a la hora de elegir al primer edil, porque el escenario, a estas horas, sigue estando muy abierto.