Las negociaciones entre PP y Vox para formar gobiernos tras el 28M se suceden por toda España. Aunque en un primer momento se pensaba que el PP podría dilatar los acuerdos con el partido de Santiago Abascal hasta después del 23J para que no lo utilizase la izquierda como arma electoral, lo cierto es que la derecha ha puesto el acelerador. El caso más sorprendente es el de la Comunidad Valenciana donde este mismo martes se ha alcanzado un acuerdo que ha provocado la dura crítica de toda la izquierda en bloque.
El Gobierno, el PSOE, Sumar y Podemos hablan de "vergüenza", de "bochorno" y de "querer gobernar a cualquier precio". Cargan contra Alberto Núñez Feijóo y ponen el foco en que pactar con un partido que niega la violencia de género y mantiene a un condenado en sus listas -Carlos Flores desaparece de la escena valenciana pero será número uno de Vox al Congreso por esa provincia el 23J- pone en peligro los derechos de las mujeres.
"A mí se me caería la cara de vergüenza, les debería dar vergüenza y me da igual que este señor esté sentado en una consejería de la Comunidad Valenciana o lo traigan aquí como cabeza de lista por Valencia", ha enfatizado visiblemente indignada la ministra de Educación y portavoz del PSOE, Pilar Alegría. Acusa al líder nacional del PP de falta de coherencia y cinismo. "Es vergonzante, bochornoso", añadía la dirigente socialista que subraya que en España han muerto por violencia machista más de 1.200 mujeres desde 2003 mientras el PP llega a acuerdos con el partido que "rechaza la existencia de esa violencia".
Los socialistas recuerdan que este mismo lunes el portavoz de campaña, Borja Sémper, señaló que era una línea roja para el PP la presencia de una persona condenada por maltrato. "Ni 24 horas le ha durado la línea roja al PP", dicen en Ferraz que denuncian que Carlos Flores sí "le vale para España" a Alberto Núñez Feijóo.
Flores, catedrático de Derecho Constitucional y vinculado siempre a la extrema derecha, fue condenado en 2002 por un delito de "violencia psíquica habitual" con "coacciones, injurias y vejaciones" contra su exmujer por la Audiencia Nacional.
El PSOE considera que visto lo visto en Valencia el PP se sentará con Vox "las veces que haga falta y ocuparán los gobiernos que haga falta" porque su prioridad es "gobernar a cualquier precio aunque con quien se sienten esté condenado por violencia machista".
Desde la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la portavoz Isabel Rodríguez también hacía referencia al pacto PP-Vox y utilizaba la misma palabra que su partido: "Es una vergüenza". Fuentes de Moncloa señalan que el PP ha traspasado una línea roja con este acuerdo en el que ha participado Flores. El PP, dicen, "mueve la línea roja de Valencia al Congreso". Para el Ejecutivo usar la violencia de género como moneda de cambio es cruzar un límite muy grave. Rodríguez ha señalado que esa violencia no puede ser "blanqueada" ni se debe "frivolizar" con ella.
En la misma línea se ha pronunciado la vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz. A través de Twitter ha denunciado que "es un mal día para la democracia" valenciana y del conjunto del país. A su juicio, el acuerdo no servirá para que la ciudadanía viva mejor sino que traerá "desorden, ruido y recortes de derechos de la gente y, especialmente, de las mujeres".
La ministra de Igualdad, Irene Montero, también considera que esos pactos "ponen en peligro los derechos de las mujeres". Según ella, la alternativa es "más feminismo" dentro y fuera de las instituciones. Montero apuesta por "no callar" ante la normalización del machismo y deslegitimar su negacionismo. "De lo contrario ganan antes de pactar", ha escrito en su perfil de Twitter.
Las negociaciones entre el PP y Vox seguirán de forma intensa en los próximos días, especialmente en los ayuntamientos que deben constituirse este próximo fin de semana. Los dos partidos han alcanzado acuerdos de gobernabilidad en la ciudad de Elche, Guadalajara, Alcudia y Calvià en Mallorca. En Aragón, este martes el candidato del PP, Jorge Azcón, se ha reunido con su homólogo de Vox, Alejandro Nolasco, para iniciar la negociación que incluye que los de Santiago Abascal se incorporen a la Mesa de las Cortes y se firme un documento de cara a la investidura de Azcón.