El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha elegido la ciudad de Barcelona para su primer acto público fuera de Génova tras la convocatoria de elecciones adelantadas. Una decisión que ha reconocido "no es casual". Cataluña es la comunidad en la que mejor le ha ido al PSOE y Feijóo sabe que es clave que el Partido Popular crezca allí para allanar su camino hacia La Moncloa. "No quiero un PP residual en Cataluña", ha subrayado ante el empresariado catalán en una sala abarrotada donde también ha hecho notar que su partido ha triplicado sus resultados electorales allí. De todas forma el dirigente popular ha reconocido que su partido ha cometido algunos tropiezos en Cataluña. "El PP ha cometido errores en Cataluña", haciendo así propósito de enmienda.
Feijóo ya está plenamente enchufado a la nueva campaña electoral y se ha presentado como un presidente de gestión y de orden frente a las "coaliciones impúdicas" que según él es lo único que puede ofrecer Pedro Sánchez.
"Veremos pulsos para sellar coaliciones. Veremos negociaciones impúdicas en puestos de listas electorales y ofertas que sólo sirven para apuntalar relatos de las malas expectativas. Si les gusta este modelo y esta política se divertirán mucho pero yo no voy a perder un minuto en esas cuestiones", afirmaba. Eso mientras lamentaba con "amargura" que una parte del debate político se vaya a centrar en cuestiones que "nada tienen que ver con los ciudadanos" durante la campaña sin fin en la que estamos inmersos.
El líder popular dice que prefiere "abrir una etapa de gestión y de solidez" frente a "la política frívola, inexperta e inconstante" del sanchismo. En este sentido ha apuntado algunas de sus propuestas ya conocidas en materia económica y que pasan fundamentalmente por dismuir la deuda y rebajar impuestos. Ha reiterado su compromiso de deflactar el IRPF para las rentas medias y bajas y devolver a las comunidades autónomas el impuesto de patrimonio que el Gobierno de Sánchez neutralizó con la imposición de un nuevo impuesto para ricos. Feijó abre la puerta a eliminarlo a nivel nacional. La decisión dependerá, insiste, del estado de las cuentas públicas.
"Ese es el proyecto en el que estoy trabajando", ha asegurado. Los populares llevan meses preparando lo que harán en sus primero cien días de Gobierno si es que consiguen culminar la cima de La Moncloa.
En Génova no ocultan su preocupación por la decisión del presidente Pedro Sánchez de convocar las elecciones generales en pleno verano y la repercusión que puede tener en la participación. Alberto Núñez Feijóo se lo ha recriminado por ser "un hecho sin precedentes en casi medio siglo de democracia española".
Luego señalaba las posibles intenciones ocultas de Sánchez detrás de la fecha del 23 de julio. "¿Se busca menor participación y que los ciudadanos no puedan asistir a votar? No lo sé. Sí sé que los ciudadanos tienen más ganas de votar que nunca", se preguntaba,
Aun así los populares consideran que el Partido Popular es en la actualidad el partido más movilizado electoralmente frente a un PSOE desfondado que tiene más papeletas de quedarse en casa si Pedro Sánchez no consigee movilizarles.
Alberto Núñez Feijóo no se separa de la senda que se marcó desde hace semanas de ignorar posibles pactos con Vox. Ahora son necesarios en muchos ayuntamientos y comunidades autónomas. Dependen de su voto favorable en Extremadura, Aragón y Valencia y de una abstención en Murcia y Baleares, pero también es muy probable que el gallego necesite sumar a la formación de Santiago Abascal para poder sentarse en La Moncloa como indican todas las encuestas.
Feijóo sin embargo insiste en pedir "una mayoría suficiente" y no "perder un minuto" en explicar los pactos con Vox. Y eso que los empresarios catalanes le han preguntado sobre ello reiteradamente. "Explicar lo que no quiero hacer no tiene mucho sentido", ha dicho zafándose de un escenario que para los populares es muy incómodo.