{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
En el cuartel general de Génova llevaba horas preparado el balcón de las grandes celebraciones presagiando una gran noche electoral. La primera de Alberto Núñez Feijóo como mandamás del PP y la primera después de siete años de sequía de triunfos a nivel nacional. Pero las expectativas han sido ampliamente superadas. Feijóo se erige como claro ganador en su primer choque electoral contra Pedro Sánchez. "Hemos recuperado la mejor versión del partido", proclamaba en su primer balcón popular.
El Partido Popular se convierte en primera fuerza del país, ha dado la vuelta al mapa electoral tiñéndolo de azul y recuperando todo el poder territorial. Nunca antes habían tenido la llave de tantos gobiernos autonómicos. Los populares han ganado las elecciones municipales por 800.000 votos al PSOE, gobernarán en todas las grandes capitales salvo Barcelona y han conquistado casi todos los feudos clave al PSOE. Eso mientras proclaman el KO de Sánchez. Especialmente valorados los triunfos en la Generalitat Valenciana, en Aragón y en Extremadura donde podrán conformar gobierno con Vox, y en los ayuntamientos de Valencia y Sevilla lo que constituye un mazazo psicológico para los socialistas del que les va a costar recuperarse.
No son las únicas plazas en las que cantan victoria. Reinan en Andalucía donde tienen opciones de gobernar en las 8 capitales andaluzas . Allí la hegemonía de Juanma Moreno es total con Andalucía reconvertida en el nuevo granero de votos del PP. Del lado popular caen nueve comunidades autónomas: Baleares, Cantabria, La Rioja con mayoría absoluta, Ceuta y Melilla además de mantener Murcia y las mayoría absolutas de Isabel Díaz Ayuso y de José Luis Martínez-Almeida en Madrid.
A seis meses de las generales este resultado permite a Alberto Núñez Feijóo consolidar su liderazgo, posicionarse en el primer puesto de salida en la carrera por La Moncloa e instalar la idea de cambio de ciclo. "España ha iniciado un cambio de ciclo", afirmaba el gallego pletórico anoche. Con alguna excepción la costumbre de 45 años de democracia establece que quien vence en las municipales repite éxito en las generales.
Feijóo se marcó como objetivo no sólo ganar. Era fundamental conseguir poder territorial y lo ha logrado a costa de la digestión completa de Ciudadanos. La cara B de la alegría popular es que necesita a Vox para gobernar en casi todas partes.
Unas elecciones planteadas como un plebiscito contra Pedro Sánchez y cimentada sobre una campaña con el mensaje central de "derogar el sanchismo". Sánchez asumió el reto de unas elecciones en clave nacional contraatacando con una catarata de promesas electorales luego sustanciadas en sus 'martes sociales' pero finalmente ha perdido el pulso víctima de una campaña sepultada por las listas de Bildu, los insultos racistas a Vinicius y sobre el fraude de la compra de votos por correo. Ayer Feijóo le mandaba un recado: "Espero que todas las fuerzas políticas hayan entendido el mensaje. También los que han quedado en segunda posición. No son tiempos de arrogancia. Son tiempos de humildad", advertía.
Alberto Núñez Feijóo se estrenaba anoche en el balcón de Génova bajo una foto gigante suya flanqueado por Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida. El presidente del PP ha cumplimentado toda la liturgia incluido lo de botar a petición del personal que por cientos se agolpaban en la calle 'más popular' de Madrid. Desde allí agradecía la victoria incontestable a sus candidatos personificándolo en las mayorías absolutas de Ayuso y Almeida.
Isabel Díaz Ayuso ha batido su propio récord de hace dos años y por fin ha conseguido su ansiada mayoría absoluta aunque se le ha resistido hasta cerca de la medianoche. Esa mayoría absoluta la consagra como una de las baronesas populares con más poder además de mayor tirón mediático. Un cóctel explosivo que le permite mirar de frente a Alberto Núñez Feijóo y al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, el otro gran vencedor de estas elecciones.
Por ahora ella esperará a ver qué pasa en las elecciones generales de diciembre. Lo volvía a dejar claro anoche. "Querido presidente es tu momento", decía mientras los 'ayusers' madrileños jaleaban a su lideresa. Feijóo y Ayuso salen fortalecidos los dos. Después de perderlo todo en 2019, el triunfo contundente en las municipales y en los feudos del PSOE permite al gallego vender el arrastre del 'efecto Feijóo' en estas elecciones. No es baladí. Feijóo conjura así uno de los escenarios que más inquietaba a su equipo. Que anoche sólo pudieran presumir del triunfo contundente de Ayuso en el balcón de Génova. Y eso no ha ocurrido. El PP de Feijóo ha arrasado este 28M.
Barridos del mapa, Ciudadanos ya no es la muleta amable con la que armar gobiernos en los ayuntamientos y las comunidades autónomas. Determinantes en casi todas partes porque sin ellos la suma no sale, ahora tocará pactar con Vox, el partido que más ha crecido en estas elecciones. Eso le complica los planes de futuro a Feijóo porque para llegar a La Moncloa necesita sí o sí de los votos de los socialistas desencantados con Pedro Sánchez. Un electorado al que le espanta todo lo que huela a extrema derecha.
A pesar de que les necesita más que nunca, el presidente del PP sigue sin mentarles. Fuentes de la dirección nacional insisten en que ahora lo que toca es disfrutar del momento y después ya se verá. El reto pendiente es definir la relación con Vox. A partir del lunes toca afrontar los pactos con ellos. El más complicado en Valencia. A diferencia de 2019 la formación de Santiago Abascal exigirá ahora entrar en los gobiernos autonómicos y municipales. Para ellos el modelo que manda es el de Castilla y León y sembrar de 'Gallardos' -el polémico vicepresidente castellano y leonés- el mapa autonómico. Anoche su líder Santiago Abascal recordaba que son decisivos en Valencia, Murcia, Aragón, Baleares y Extremadura y en 18 capitales de provincia. "Vox ha venido para quedarse y para ser decisivos en la alternativa. Que nadie espere regalos por parte de Vox", advertía a Feijóo nada más conocerse los resultados electorales.
Plantearán una negociación a nivel nacional. En el cierre de campaña Abascal fue muy claro. Instó a Feijóo a nombrar desde hoy mismo un interlocutor para negociar directamente con él y su círculo más estrecho. Los populares tratarán de neutralizarles planteando una negociación territorio a territorio dejando a sus barones la responsabilidad de los pactos con Vox en un intento de que no se instale la idea de que el 28M es un preludio de lo que puede ocurrir en la generales de diciembre y que a buen seguro explotará el PSOE y Pedro Sánchez. "Hay vida inteligente más allá de Génova, 13", le gusta decir a Feijóo intentando que le desgasten lo menos posible las alianzas necesarias con los de Abascal.
A partir de hoy comienza oficialmente la campaña de las elecciones generales.